PRESENTACIÓN DE CASOS
¿Son los implantes “personalizados”
una solución en la cirugía de revisión acetabular? A propósito de un caso
José F. Garrido
Ferrer, Laura Marco Díaz, Carlos Mairal Sanromán, José Diranzo García, Vicente
Estrems Díaz, Vicente Marquina Moraleda, Lorenzo Hernández Ferrando
Consorcio
Hospital General Universitario de Valencia, Valencia, España
RESUMEN
Se presenta a un paciente de 73 años que
había sido sometido a dos revisiones de prótesis de cadera debido a una
infección crónica por un microorganismo multirresistente. Acude a nuestro
centro tras un primer tiempo quirúrgico. En la radiografía simple y la
tomografía computarizada, se observan un defecto femoral tipo IV y un defecto
acetabular tipo IIIA de Paprosky. Tras un control clínico y análisis de
laboratorio, se decide la reconstrucción acetabular mediante un implante
“personalizado” y un vástago tumoral. A los 2 años, el paciente evoluciona
favorablemente: deambula con bastón y sin dolor. El implante está estable y en
posición normal, no hubo recidiva infecciosa.
Palabras clave: Cirugía
de revisión acetabular; implante personalizado.
Nivel de Evidencia: IV
Are Customized Implants a Solution in Acetabular Revision
Surgery? A Case Study
ABSTRACT
We present the case of a 73-year-old patient,
previously treated with two hip prosthesis revisions due to a chronic infection
caused by a multidrug-resistant microorganism, who consulted after the first
surgical procedure. Radiographic and computed tomography studies revealed a
Paprosky type IV femoral defect and a type IIIA acetabular defect. Following
clinical and laboratory monitoring, it was decided to perform acetabular
reconstruction using a custom-made implant and a tumor stem. Two years later,
the patient shows a favorable evolution: he is able to
walk with a cane and without pain. The implant is stable and properly
positioned, with no recurrent infection.
Keywords:
Revision; acetabular; custom-made.
Level of Evidence: IV
INTRODUCCIÓN
Se prevé que el número de
cirugías de revisión tras una artroplastia de cadera se incremente un 137%
entre 2005 y 2030,1 debido
principalmente al envejecimiento de la población y a la artroplastia realizada
en pacientes de menor edad y con una mayor demanda funcional.2 La infección crónica ocupa el segundo
lugar como motivo de una cirugía de revisión, por detrás del aflojamiento
aséptico, lo que aumenta la agresividad quirúrgica y el número de
complicaciones ocasionadas por la propia intervención.3,4 Durante la cirugía, existe un riesgo
añadido, el defecto de stock óseo debido a la propia etiología y a otros
factores, por ejemplo, la extracción del material protésico.3
Presentamos un caso clínico de
cirugía de revisión femoral con un vástago tumoral y de revisión acetabular
mediante la siguiente construcción: a) revisión acetabular colocando un
implante “personalizado” (custom-made)
por encargo (Figura 1) y b) reconstrucción
femoral mediante un vástago extendido (Figura 2).
CASO CLÍNICO
Hombre de 75 años
de edad, derivado a consultas externas desde otro centro hospitalario.
Los antecedentes médicos y quirúrgicos de interés eran: carcinoma colorrectal
localizado en remisión completa, obesidad, diabetes mellitus no
insulinodependiente e hipertensión arterial controlada con el tratamiento
habitual. Había sido sometido a una artroplastia total de cadera izquierda en
febrero de 2018; tras seis meses de seguimiento (agosto 2018), sufrió una
infección crónica por Staphylococcus
capitis (microorganismo multirresistente) y requirió la primera cirugía de
revisión en la que se realizó un primer tiempo de extracción del material
protésico y, a los dos meses (noviembre 2018), un segundo tiempo de
artroplastia total de cadera.
A los tres meses (febrero 2019),
tuvo una nueva infección crónica y se decidió realizar otro primer tiempo, en
el que se colocó un espaciador de cemento con antibiótico (gentamicina y
vancomicina). Durante la cirugía, se detectó un defecto considerable del stock
óseo: tenía un defecto femoral tipo IV y un defecto acetabular tipo IIIA de
Paprosky.
En junio de 2019, acudió a
consultas externas en nuestro centro hospitalario para evaluar el tratamiento
definitivo (Figura 3).
El paciente fue controlado
durante ocho semanas mediante evaluaciones clínicas y de laboratorio hasta que
los parámetros estaban en el rango normal para planificar el segundo tiempo
quirúrgico (septiembre 2019).
Debido a los defectos femoral y
acetabular, en una sesión clínica, se planificó la colocación de un vástago
tumoral de revisión para solventar el defecto femoral proximal, junto con un
implante de confección “personalizada” para solventar el defecto acetabular.
Para el diseño del componente
acetabular se realizó una tomografía computarizada de pelvis, de alta
resolución, con cortes cada 3 mm (dimensión recomendada para la reconstrucción
3D de las imágenes). Las imágenes obtenidas fueron enviadas a un centro de
referencia externo para la fabricación del componente (Materialise, Leuven,
Bélgica).
El diseño se realiza en función
de las imágenes enviadas, tanto de la cadera patológica como de la cadera
contralateral. Se lleva a cabo un rastreo de tejido óseo sano y tejido óseo
patológico, así como del cemento restante (colocado en el primer tiempo de la
cirugía de revisión). Con estas variables, se calculan el centro de rotación de
la cadera (Figura 4), el tamaño definitivo
del implante acetabular, el stock óseo estimado tras la extracción del cemento,
la superficie ósea por retirar antes de la implantación, la orientación del
cotilo definitivo según el centro de rotación, las guías a medida para los
tornillos, así como su orden, tamaño y orientación con diferentes planillas
para una correcta fijación acetabular (Figura 5).
Procedimiento quirúrgico
Se operó por un abordaje
posterolateral de cadera ampliado. Durante la cirugía, se tomaron muestras de
tejidos y de líquido periarticular, y se efectuó una prueba de alfa-defensina
cuyo resultado fue negativo. Tras la extracción del cemento, no se observaron
otros defectos óseos.
El proceso del cotilo se inició
mediante la remoción de osteofitos y superficie ósea según la técnica
quirúrgica, así como un fresado hasta un tamaño de 62 mm. Una vez preparado, se
insertó el cotilo personalizado y se realizó un brocado de los tornillos en el
orden indicado y en la dirección recomendada. Se eligió el par
polietilenocerámica con régimen funcional de doble movilidad.
Tras un exhaustivo y
sistematizado lavado pulsátil con suero fisiológico, se procedió con una
osteotomía femoral proximal de 7 cm, se fresó el canal y se colocó un vástago
femoral tumoral cementado de 18 x 150 mm. Antes de finalizar la cirugía, se
comprobó la estabilidad mecánica del material protésico que resultó óptima, y
se completó la cirugía mediante un reanclaje de la musculatura glútea y
abductora a una malla de tereftalato de polietileno. Dicho componente es un
elemento mecánico restrictivo que, posteriormente, genera una neocápsula junto
a los elementos anclados y aporta estabilidad articular (Figura 6).
El paciente no requirió
transfusión de concentrados de hematíes durante la hospitalización. Antes del
alta, consiguió deambular 20 pasos seguidos con la ayuda de un andador, con una
independencia relativa.
En el último control clínico (a
los dos años de la última operación), la evolución del paciente era
satisfactoria (Figura 7). El balance
articular era correcto, sin dismetrías notificadas. El puntaje de la prueba de
Barthel5 era de 80; no sufría dolor, excepto
tras la deambulación excesiva (más de 1000 m) y deambulaba con un bastón. Las
radiografías de control no revelaron aflojamiento ni hundimiento del material
acetabular ni femoral. Por otro lado, en comparación con la cadera
contralateral, el centro de rotación estaba recuperado. Tampoco ha tenido
lesiones neurovasculares durante la evolución.
DISCUSIÓN
La cirugía de revisión acetabular
constituye un procedimiento quirúrgico complejo y la elección del implante
resulta fundamental. La combinación de un defecto óseo acetabular, y los
cambios anatómicos y el insuficiente stock óseo sano requieren de una
estrategia de revisión dirigida a restaurar la superficie acetabular y a
conseguir una correcta fijación del componente protésico.
En 1994, Paprosky6 definió su clasificación sobre los
defectos acetabulares en función de los criterios radiográficos estudiados en
una radiografía anteroposterior de pelvis. Los defectos tipo III ya incluyen
una pérdida ósea grave de las columnas anterior y posterior, así como de la
cúpula superior. Definió el defecto IIIA como aquel con una pérdida ósea
<50%, con compromiso de la pared medial, pero sin migración pélvica, como en
nuestro paciente.
Para los defectos con gravedad
sustancial, se han planteado múltiples opciones terapéuticas en la cirugía de
revisión, una opción novedosa es el uso de componentes acetabulares de
confección “personalizada”.6
Se han publicado artículos sobre
dicha elección terapéutica, como el de Van Eemeren y cols.7 quienes también presentan un caso clínico
operado con cotilo “personalizado”, pero por vía anterior.
Citak y cols.8 presentan una serie de nueve pacientes
operados con un cotilo “personalizado” por vía posterior. Los resultados
obtenidos fueron equiparables a corto plazo a los del sistema cotilo-caja (cup-cage), el único inconveniente fue la
demora para obtener el material protésico debido al tiempo de diseño. No solo
se llega a comparar con otros sistemas, sino que incluso puede servir como
rescate para estos, como abogan Zanasi y Zmerly9
quienes eligen un cotilo “personalizado” tras el aflojamiento aséptico del
sistema cotilo-caja.
Si finalmente se defiende un
nuevo procedimiento quirúrgico también es por las ventajas que se le atribuyen:
resultados clínicos, funcionales y radiológicos, al menos, iguales a mediano
plazo;9,10 opción o cirugía de
rescate para defectos acetabulares graves donde ya se han agotado las opciones
terapéuticas;9 mejor orientación
acetabular; tiempo quirúrgico más breve y menos pérdida de sangre.10 Asimismo, se han publicado desventajas,
como el gasto sanitario más alto, a la espera de un número mayor de datos sobre
rentabilidad a largo plazo;11 tiempo
entre la planificación del tratamiento y la obtención del implante definitivo;
curva de aprendizaje del equipo quirúrgico. De la misma manera, ya se han
publicado complicaciones posoperatorias. Gruber y cols. comunicaron un caso
clínico de luxación posterior a los tres meses de la cirugía.12
Es probable que la demora en la
fabricación sea una desventaja relativa y aceptable. Según los artículos
publicados, desde la planificación hasta obtener el implante, transcurren entre
cuatro semanas y meses.9,10 Se
trata de un proceso que obliga a realizar una tomografía computarizada cuando
el paciente ya no tiene el material protésico. Las imágenes de alta resolución
son enviadas para la fabricación, donde se detallan todos los aspectos antes
mencionados. Es preciso tener especial precaución, ya que, como describen Di
Laura y cols.,13 la planificación
quirúrgica antes de retirar el material protésico puede llevar a una
discordancia del stock óseo sano presente en la cirugía definitiva.
Se han publicado los resultados
funcionales a corto y mediano plazo tras la cirugía. En la serie más grande,8 se obtuvo una mejoría de 22,1 (rango 9-40)
a 58,7 (rango 9-92) en el puntaje de cadera de Harris. Dicha escala también se
ha utilizado en otros estudios,14
en los que el puntaje medio fue de 79 (rango 36-100), sin datos preoperatorios
recogidos. Chiarlone y cols.,15
en su revisión sistemática de estudios retrospectivos y prospectivos tras un
seguimiento mínimo de dos años, publican un puntaje de cadera de Harris de 76,1
(desviación estándar 8,6).
Por otro lado, Li y cols.16 informan que la evaluación radiográfica
de los implantes personalizados es un reto debido al diseño intrínseco de los
dispositivos, y comunican una tasa aceptable de aflojamiento, migración del
implante, así como de rotura del material y la presencia líneas de
radiolucencia.
CONCLUSIONES
Los implantes de confección
personalizada son una propuesta de tratamiento válida para los defectos
acetabulares de compromiso óseo mayor (capital óseo deficitario y no contenidos).
Los resultados publicados son prometedores y estos implantes representan una
opción más dentro del reto clínico y quirúrgico que plantean estos pacientes.
Se necesitan más estudios para
contrastar la evidencia científica, así como un seguimiento más extenso para
extraer conclusiones a largo plazo.
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ORCID de L. Marco Díaz: https://orcid.org/0000-0002-9053-8861
ORCID de V. Estrems Díaz: https://orcid.org/0000-0002-6829-1559
ORCID de C. Mairal Sanromán: https://orcid.org/0009-0009-3325-0210
ORCID de V. Marquina Moraleda: https://orcid.org/0000-0003-4030-5215
ORCID de J. Diranzo García: https://orcid.org/0000-0001-8269-3098
ORCID de L. Hernández Ferrando: https://orcid.org/0000-0003-0276-9369
Recibido el 21-1-2023. Aceptado luego de la evaluación el
7-5-2023 • Dr. José F. Garrido Ferrer • garrido.jos1@gmail.com
• https://orcid.org/0000-0002-7581-2404
Cómo citar este artículo: Garrido Ferrer JF, Marco Díaz L,
Mairal Sanromán C, Diranzo García J, Estrems Díaz V, Marquina Moraleda V,
Hernández Ferrando L. ¿Son los implantes “personalizados” una solución en la
cirugía de revisión acetabular? A propósito de un caso. Rev Asoc Argent Ortop Traumatol 2023;88(5):557-565. https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2023.88.5.1717
Información
del artículo
Identificación: https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2023.88.5.1717
Fecha de
publicación: Octubre, 2023
Conflicto
de intereses: Los autores no declaran conflictos de intereses.
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