PRESENTACIÓN DE CASOS
Alteración de la marcha y
poliartralgia como manifestación de escorbuto en un niño. Presentación de un
caso
María Florencia
Girard, María Nella Santana, Bruno G. Casaccio
Servicio
de Ortopedia y Traumatología, Sanatorio Británico, Rosario, Santa Fe, Argentina
RESUMEN
La vitamina C o ácido ascórbico es
imprescindible para el correcto funcionamiento del organismo. Los seres humanos
no pueden sintetizarla; en consecuencia, dependen estrictamente de su aporte
exógeno. Su déficit causa escorbuto, un cuadro que se manifiesta con fatiga,
mialgias y poliartralgias, hemorragias en la piel y sangrado de las encías. Es
una enfermedad infrecuente. La mayoría de los casos publicados corresponden a
niños con restricciones alimentarias por trastornos del neurodesarrollo. La
respuesta satisfactoria al aporte de ácido ascórbico confirma el diagnóstico.
La sospecha de esta enfermedad evitaría exámenes complementarios innecesarios y
el tratamiento temprano ayudaría a revertir los síntomas y prevenir complicaciones.
Se presenta el caso de un varón de 13 años que consulta por dolor en ambas
caderas con progresión hacia las rodillas, sumado a pérdida de la fuerza y
hematomas en los miembros inferiores. El objetivo de esta presentación es
resaltar la importancia de la anamnesis alimentaria completa y evitar un
abordaje tardío con múltiples intervenciones.
Palabras clave:
Escorbuto; poliartralgia; vitamina C.
Nivel de Evidencia: IV
Gait Disturbance and
Polyarthralgia as a Manifestation of Scurvy in a Pediatric Patient. Case Report
ABSTRACT
Vitamin C or ascorbic acid is essential for the correct functioning of
the organism. As it cannot be synthesized by humans, it is obtained from
external food sources. Deficiency of ascorbic acid produces scurvy, which includes
symptoms as fatigue, myalgia and polyarthralgia, associated with skin
hemorrhage and bleeding gums. Scurvy is a rare entity. Most of the reported
cases involve children with food restrictions due to neurodevelopmental
disorders. The early detection of the clinical signs of this condition would
avoid unnecessary complementary tests, and early treatment would help reverse
symptoms and prevent complications. Case Report: a 13-year-old male patient
presented with pain in both hips radiating to the knees associated with loss of
strength and hematomas in the lower limbs. Objective: to highlight the
importance of a complete nutritional assessment to avoid a late approach with
multiple interventions.
Keywords: Scurvy;
vitamin C; polyarthralgia.
Level of Evidence: IV
INTRODUCCIÓN
La vitamina C o ácido ascórbico
es imprescindible para el correcto funcionamiento del organismo. Los seres
humanos no pueden sintetizarla; por lo tanto, dependen estrictamente de su
aporte exógeno mediante el consumo de variadas frutas y verduras. Su déficit
causa escorbuto. Esta enfermedad se manifiesta con astenia, fatiga, mialgias y
poliartralgias de predominio en los miembros inferiores y, a menudo, con
hemorragias en la piel, afección bucal con sangrado de las encías y pérdida de
piezas dentarias.1 Su diagnóstico
es clínico y puede confirmarse con análisis bioquímicos.
En pediatría, este cuadro se
suele diagnosticar erróneamente confundiéndolo con osteomielitis, artritis
séptica, tumores óseos, leucemia, trastornos hemorrágicos y enfermedades
reumatológicas.2
Se
presenta un caso con el objetivo de resaltar la importancia de realizar una
anamnesis alimentaria completa junto a un abordaje multidisciplinario a fin de
sospechar, de manera temprana y eficaz, este tipo de alteraciones que suelen
llevar a un diagnóstico tardío con múltiples intervenciones innecesarias.
Caso clínico
En marzo de 2021, un varón de 13
años acompañado de sus padres acudió al Servicio de Ortopedia y Traumatología.
Una semana antes, el paciente había comenzado a sentir dolor en ambas caderas,
con progresión hacia ambas rodillas, sin traumatismo previo, asociado a pérdida
de la fuerza, alteración de la marcha y pequeños hematomas en ambos miembros
inferiores. Después de varias consultas y ante el aumento de los síntomas, se
decidió la internación. Durante la anamnesis, la madre refirió que el niño
había bajado 2,5 kg de peso en los últimos tres meses y que tenía una
selectividad alimentaria severa (dieta sin frutas, carnes y verduras). Como
antecedentes, informó que fue un recién nacido de término, con un peso al nacer
de 3300 g, serologías negativas, sin alergias; también negó enfermedades
perinatales maternas.
En el examen físico, el estado
general era regular, tenía palidez cutánea y de mucosas generalizada; miembros
inferiores simétricos, edemas grado 2 (depresión hasta 4 mm y desaparición en
15 min), abundantes petequias y hematomas de diferentes estadios evolutivos,
movilidad de miembros inferiores levemente dolorosa, articulaciones móviles sin
signos de flogosis, marcada debilidad muscular. El examen neurológico fue
acorde a su edad; signo de Romberg negativo, fuerza 3/5 bilateral, marcha con
aumento del polígono de sustentación, lograba dificultosamente la bipedestación
con asistencia. Los análisis bioquímicos al ingresar arrojaron los siguientes
resultados: anemia normocítica e hipocrómica (hematocrito 23%; hemoglobina 7,5
g/dl; leucocitos 5,50 mil./mm3; volumen corpuscular
medio 75,4 fl; hemoglobina corpuscular media 24,6 pg; recuento plaquetario 306
mil./mm3; proteína C reactiva 0,8 mg/l). Se tomaron radiografías de huesos
largos, de frente (Figuras 1 y 2).
Se solicitó una tomografía
computarizada de cráneo sin medio de contraste. Las imágenes mostraron una
cisterna magna como variante anatómica, sin otras alteraciones. Las imágenes de
resonancia magnética de columna, de cráneo y de miembros inferiores no
revelaron alteraciones. El ecocardiograma y la ecografía de abdomen no
presentaron particularidades.
Tras la interconsulta con el
Servicio de Hematología, se realizó un examen de extendido que arrojó
drepanocitosis con electroforesis normal. Se descartó anemia falciforme, y se
efectuó una punción de médula ósea cuyo resultado informó tejido normocelular
para la edad, con predominio de células rojas sin anomalías madurativas de
jerarquía. Los médicos del Servicio de Reumatología descartaron dermatomiositis
y polimiositis, tras lo cual se tomó una biopsia de lesiones cutáneas y
musculares, con resultados normales. El paciente fue evaluado por los médicos
del Servicio de Dermatología quienes, sobre la base de los hallazgos clínicos y
los antecedentes, sugirieron el diagnóstico de escorbuto. Se solicitó un
análisis de vitamina C que arrojó un valor de 1,5 mg/dl.
Ante esta presunción diagnóstica,
se inició el tratamiento con ácido ascórbico 100 mg, cada 24 horas. A las 48 h,
los síntomas y los valores de laboratorio del paciente mejoraron (hematocrito
29%; hemoglobina 9,9 g/dl; volumen corpuscular medio 82,3 fl). A los siete
días, ante la remisión completa de los síntomas, el paciente fue dado de alta.
Se le indicó continuar el tratamiento durante dos semanas e introducir cambios
en la alimentación guiados por un nutricionista.
En el primer control
traumatológico y pediátrico ambulatorio a los siete días, la evolución era
buena. Durante el segundo control, a los 15 días del alta, la madre refirió que
el niño continuaba con sus malos hábitos alimenticios, por lo que se decidió
prolongar el tratamiento con ácido ascórbico diario. Al mes, tras el tercero y
último control, y con análisis de laboratorio normales, se le otorgó el alta
médica.
DISCUSIÓN
En la actualidad, el escorbuto es
una enfermedad infrecuente en pediatría que se produce por una deficiencia
nutricional exógena de ácido ascórbico. En la bibliografía, se describen casos
en pacientes con sobrecarga de hierro por enfermedades hematológicas, en
lactantes alimentados con leche de vaca hervida y, con más frecuencia, en niños
con restricciones alimentarias por trastornos del neurodesarrollo.3
El déficit de vitamina C o ácido
ascórbico produce defectos en la formación del colágeno y alteraciones en la
producción de sulfato de condroitina.4
Las manifestaciones musculoesqueléticas, que fueron el motivo de consulta de
nuestro paciente, pueden ser dolor generalizado, poliartralgias y edema con
predominio en los miembros inferiores, junto con la negativa a deambular. Este
cuadro suele estar asociado, tal como presentó nuestro paciente, con lesiones
hemorrágicas en la piel, como equimosis y petequias de diferentes tamaños y
estadios de evolución.5 Se ha descrito que
los signos y síntomas de escorbuto se desarrollan luego de uno a tres meses de
ingesta inadecuada de vitamina C (<10 mg/día).6
El diagnóstico es clínico; sin embargo, algunos exámenes complementarios son
orientativos. El hemograma suele revelar, como en nuestro paciente, anemia leve
y reactantes de fase aguda (velocidad de sedimentación globular y proteína C
reactiva) ligeramente altos.
En la actualidad, según los casos
reportados, dado el bajo índice de sospecha de escorbuto, los pacientes son
sometidos a múltiples estudios complementarios a fin de descartar,
principalmente, enfermedades oncohematológicas, reumatológicas o neurológicas.7
La respuesta satisfactoria al
aporte de ácido ascórbico constituye la confirmación diagnóstica. En estudios
publicados, se recomiendan entre 100 y 300 mg, cada 24 h, por un mes. Según los
reportes de casos, se observa una mejoría del estado general durante las
primeras 24 h de tratamiento, un alivio del dolor a los dos o tres días, y los
síntomas musculoesqueléticos ceden en algunas semanas.8 En este caso, el estado clínico y los
parámetros de laboratorio mejoraron a las 48 h de instaurar el tratamiento.
Un valor bajo de ácido ascórbico
puede apoyar el diagnóstico, el valor normal es de 0,5-1,5 mg/dl, se considera
deficiencia a un nivel <0,2 mg/dl. Según estudios publicados, los pacientes
con escorbuto en quienes se determinó el ácido ascórbico tenían valores de 0,2
mg/dl, 0,5 mg/dl, 1,2 mg/dl y 31,9 ng/dl (se toma como parámetro de normalidad
>30 ng/dl), algunos fueron inferiores a los hallados en nuestro paciente
(1,5 mg/dl). Sin embargo, la signo-sintomatología desarrollada y la pronta
respuesta al tratamiento con vitamina C confirmaron la sospecha diagnóstica.
CONCLUSIÓN
La evaluación de las
características de la nutrición debe formar parte del control de salud
rutinario. Se debe considerar el diagnóstico de escorbuto cuando un paciente
acude con dolor poliarticular inexplicable, se niega a deambular, tiene
petequias, equimosis o hipertrofia gingival, aunque los valores de laboratorio
estén dentro de los parámetros normales. La sospecha pertinaz de esta
enfermedad evitaría exámenes complementarios innecesarios y el tratamiento
temprano ayudaría a revertir los síntomas y prevenir las complicaciones.
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Conflicto de intereses: Los autores no declaran conflictos
de intereses.
ORCID de M. N. Santana: https://orcid.org/0009-0001-6046-6713
ORCID de B. G. Casaccio: https://orcid.org/0000-0002-8988-701X
Recibido el 8-12-2022. Aceptado
luego de la evaluación 11-5-2023 • Dra. María Florencia Girard • florgirard89@gmail.com
• https://orcid.org/0000-0003-3890-143X
Cómo
citar este artículo: Girard MF, Santana MN, Casaccio BG. Alteración de la
marcha y poliartralgia como manifestación de escorbuto en un niño. Presentación
de un caso. Rev Asoc Argent Ortop
Traumatol 2023;88(3):346-350. https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2023.88.3.1692
Información
del artículo
Identificación: https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2023.88.3.1692
Fecha de
publicación: Junio, 2023
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Revista de la Asociación Argentina de Ortopedia y Traumatología.
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