INVESTIGACIÓN CLÍNICA
Abordaje del seno del tarso para el tratamiento de
las fracturas de calcáneo: una técnica de creciente difusión
Maximiliano Seletti,* Gastón Slullitel,** Juan
Calvi,** Ana Pendino*
*Unidad de Pie y Tobillo, Servicio de Ortopedia y Traumatología,
Hospital de Emergencias “Dr. Clemente Álvarez”, Rosario, Santa Fe, Argentina
**Instituto Jaime Slullitel de Rosario, Santa Fe,
Argentina
RESUMEN
Objetivo: Describir los resultados radiográficos y
funcionales, y las complicaciones de la osteosíntesis de fracturas de calcáneo mediante
el abordaje del seno del tarso. Materiales
y Métodos: Se evaluaron 54 fracturas articulares de calcáneo desplazadas en
50 pacientes con radiografías de pie, de frente y de perfil, y tomografía
computarizada preoperatorias. Se tomaron radiografías de pie, de frente y de
perfil sin carga en el posoperatorio inmediato y con carga a las semanas 6 y
12, y al final del seguimiento. Se midió el ángulo de Böhler y se cuantificó el
grado de artrosis subastragalina y calcaneocuboidea. Se determinó el puntaje de
la AOFAS y se registraron las complicaciones de la herida, las lesiones
neurológicas y la necesidad de cirugías adicionales, como retiro del material
de osteosíntesis y artrodesis subastragalina. Resultados: El seguimiento fue de 30.8 meses. La serie estaba
formada por 8 mujeres y 42 hombres, con una edad de 39.40 ± 14 años (rango
18-65). Cuarenta fracturas eran Sanders tipo II, 13 tipo III y 1 tipo IV. El
puntaje de la AOFAS fue: excelente (12 casos), bueno (25 casos), regular (12
casos) y malo (5 casos). El ángulo de Böhler preoperatorio era de 10,8 ± 10,4°
y 30,77 ± 8,24° al final del seguimiento (p <0,00001). El 3,7% tuvo
complicaciones menores de la herida y el 5,6%, complicaciones mayores. Conclusión: El abordaje del seno del
tarso permite una reducción aceptable con resultados buenos y excelentes en la
mayoría de los pacientes y escasas complicaciones de partes blandas.
Palabras clave: Calcáneo; abordaje
mininvasivo; seno del tarso; fractura; complicaciones.
Nivel de Evidencia: IV
Sinus Tarsi Approach for the Treatment of Calcaneus Fractures: an
Increasingly Used Technique
ABSTRACT
Objective: To describe functional and radiographic
outcomes, and complications of osteosynthesis in calcaneus fractures with the sinus
tarsi approach. Materials and Methods:
54 displaced articular calcaneus fractures in 50 patients were assessed through
preoperative foot radiographs (anteroposterior and lateral) and computerized
tomography. AP and lateral radiographs were obtained in the immediate
postoperative period (without weightbearing), after 6 and 12 weeks (with
weightbearing), and at the end of follow-up, measuring the Böhler angle and
quantifying the degree of subtalar and calcaneocuboid osteoarthritis. The AOFAS
score was determined, registering wound complications, neurological injuries
and necessary additional surgeries –such as osteosynthesis and subtalar
arthrodesis hardware removal. Results:
Follow-up time was 30.8 months. The series consisted in 8 women and 42 men. The
patients’ average age was 39.40±14 years (18-65). There were 40 Sanders type
II, 13 type III, and 1 type IV fractures. The AOFAS score was excellent (12
patients), good (25), regular (12), and poor (5). The Böhler angle was
10.8°±10.4° before surgery, and 30.77°±8.24° at the end of follow-up
(p<0.00001). 3.7% of the patients presented minor wound complications, while
5.6% presented major wound complications. Conclusion:
The sinus tarsi approach allows for acceptable reduction with good and
excellent outcomes in most patients, coupled with few soft-tissue
complications.
Keywords: Calcaneous; mini-invasive approach; sinus
tarsi; fractures; complications.
Level of Evidence: IV
INTRODUCCIÓN
Las fracturas de calcáneo
representan el 60% de las lesiones traumáticas del pie del adulto y el 2% del
total de las fracturas.1 El tratamiento de las fracturas articulares de
calcáneo desplazadas sigue generando controversias, aunque la reducción abierta
y la osteosíntesis mediante el abordaje lateral extendido (ALE) ha sido el patrón
de referencia en las últimas tres décadas.2,3
La elevada tasa de complicaciones
publicada4,5 ha llevado al desarrollo de cirugías menos invasivas6,7
que disminuyen el trauma de partes blandas y el riesgo de complicaciones con
una reducción aceptable.
El abordaje mininvasivo del seno
del tarso permite una adecuada visualización y reducción de la fractura, lo que
disminuye la tasa de complicaciones.8
El objetivo de nuestra
investigación fue describir los resultados radiográficos y funcionales, y las
complicaciones de la osteosíntesis de fracturas de calcáneo mediante el
abordaje del seno del tarso.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se evaluaron, en forma
retrospectiva, 54 fracturas articulares de calcáneo desplazadas en 50
pacientes, tratadas entre 2011 y 2018 con osteosíntesis mediante el abordaje
del seno del tarso. Los criterios de exclusión fueron fracturas homolaterales
de tobillo y pie, pacientes en etapa de crecimiento, >65 años, <12 meses
de seguimiento, cirugías previas en el mismo pie o tobillo y fracturas con más
de 30 días de evolución. Los criterios quirúrgicos fueron ángulo de Böhler
<20°, incongruencia articular >2 mm, varo >5°, valgo >10°, ancho ≥5
mm y brecha >3 mm.
Las fracturas se clasificaron
según Sanders4 y Essex-Lopresti. Las fracturas expuestas fueron tratadas con
limpieza más un antibiótico por vía intravenosa según la clasificación de
Gustilo.9
Evaluación radiográfica
Se evaluó a los pacientes antes
de la cirugía con radiografías de pie, de frente y de perfil. La radiación en
la proyección lateral y anteroposterior fue de 4 mA, 60 kV, 3,2 mA y 57 kV,
respectivamente. En la proyección lateral, el rayo estaba centrado en el
maléolo medial y, en la anteroposterior, en el cuneiforme medial. El rayo
estaba paralelo al suelo en la radiografía lateral e inclinado 15° caudocraneal
en la proyección de frente. La distancia del tubo de rayos al chasis era de 120
cm en ambas incidencias. Antes de la cirugía, se realizó una tomografía
computarizada con reconstrucción multiplanar.
Se tomaron radiografías de pie,
de frente y de perfil, sin carga en el posoperatorio inmediato y con carga a
las semanas 6 y 12, y al final del seguimiento.
En la radiografía lateral, se
midió el ángulo de Böhler, que consiste en dos líneas, una desde el punto más
alto de la tuberosidad anterior al más alto de la faceta posterior y otra
tangencial al borde superior de la tuberosidad posterior. Su valor es de 20º a
40°.10 Se determinó si se produjeron cambios >5° lo que es evidencia de
colapso de la altura del calcáneo.7 Se evaluó el grado de artrosis
en las articulaciones subastragalina y calcaneocuboidea.11 En la
tomografía computarizada, se observó si había compromiso en la articulación
calcaneocuboidea.
Evaluación clínica
Se realizó una evaluación
funcional con la escala de la AOFAS (American
Orthopaedic Foot and Ankle Society). El resultado se clasificó en:
excelente >90, bueno >80, regular >70 y malo ≤70.12
Se evaluó la movilidad
subastragalina en forma comparativa. Se registraron las complicaciones de la
herida y se las dividió en: menores (necrosis de los bordes, dehiscencia
superficial) y mayores (infecciones profundas, dehiscencias profundas y
osteomielitis).13 También se evaluó si había lesiones neurológicas y
la necesidad de cirugías adicionales, como retiro del material de osteosíntesis
y artrodesis subastragalina.
Se realizó un análisis
estadístico a través de medidas descriptivas (media y desviación estándar,
máximo y mínimo). Los datos fueron cargados en el sistema de Epidat versión
4.2, y se consideró estadísticamente significativo un valor p <0,05.
Técnica quirúrgica
Se coloca al paciente en decúbito
lateral y se realiza un abordaje de 3-5 cm sobre el seno del tarso 1 cm distal
al peroné hasta el cuarto metatarsiano (Figura 1). Se retraen los peroneos
hacia posterior, se procede a la apertura capsular y se observan la
articulación subastragalina, la tuberosidad anterior y la pared lateral (Figura
2).
Se coloca un distractor con un
clavo de Schanz de 5 mm esponjoso en la tuberosidad posterior y otro en la
parte lateral del cuerpo del astrágalo si se pretende recuperar altura o en el
cuboides para restaurar la longitud (Figura 3).
Si es necesario, se reduce el
fragmento medial a través de una incisión directa. Se continúa con la
alineación de la tuberosidad posterior por vía percutánea con el clavo de
Schanz o Kirschner del distractor y se fija con una aguja al segmento medial.
Posteriormente se estabiliza el fragmento superolateral al medial antes de
desimpactarlo y elevarlo en los casos Sanders tipo II. En las fracturas Sanders
III o IV, se reducen los fragmentos intermedios y luego se fija con agujas de
Kirschner (Figura 4).
Se utiliza la superficie inferior
del astrágalo como molde. Se colocan tornillos de 6,5 mm de rosca completa o
parcial, corticales de 3,5 mm sin compresión desde la tuberosidad posterior
hasta el fragmento medial y de 3,5 mm desde el fragmento superolateral hasta el
medial (Figura 5).
Se colocan tornillos de 6,5 mm o
3,5 mm desde la tuberosidad posterior al proceso anterior. Pueden ser
necesarios uno o dos tornillos adicionales desde el borde superior del
fragmento superolateral hacia plantar en el patrón fracturario “en lengüeta”
(Figura 6).
Se colocan placas de 2,7 mm o 3,5
mm bloqueadas desde el macizo articular hasta la tuberosidad anterior (Figura 7).
Se toma una incidencia de Broden intraoperatoria con intensificador de imágenes
para constatar la reducción de la faceta posterior y evaluar si hay brecha y
escalón articular (Figura 8).14
En el posoperatorio, se coloca
una férula posterior por 10 días y se inicia la movilidad del tobillo y
subastragalina. Se permite la carga parcial con muletas y bota a partir de la
semana 4 y, en forma progresiva, hasta las semanas 10-12, cuando el apoyo es
total.
RESULTADOS
El seguimiento promedio fue de
30.8 ± 23.2 meses. Ocho pacientes eran mujeres y 42, hombres. La edad era de
39.40 ± 14 años (rango 18-65). El mecanismo del trauma había sido una caída de
altura (74%) y un accidente automovilístico (26%). El 2% eran fracturas
expuestas y el 8% eran bilaterales. El patrón fracturario correspondió a los
tipos “depresión articular” (63%) y “en lengüeta” (37%). Según la clasificación
de Sanders, 40 fracturas eran tipo II (50% subtipo A; 42,5% subtipo B y 7,5%
subtipo C); 13, tipo III (84,6% subtipo AC; 7,7% subtipo AC y 7,7% subtipo BC)
y una, subtipo IV. El 37% tenía compromiso de la articulación calcaneocuboidea.
El tiempo entre la lesión y la
cirugía fue de 9.2 ± 6.3 días (rango 1-31). No se halló una asociación entre
este parámetro y la restauración del ángulo de Böhler.
El puntaje de la escala de la
AOFAS fue excelente en 12 pacientes, bueno en 25, regular en 12 y malo en
cinco. El ángulo de Böhler era de 10,8 ± 10,4° antes de la cirugía, de 32,5 ±
7,73° (rango 22-54) en el posoperatorio inmediato y de 30,77 ± 8,24° (rango
17-54) a las seis semanas y al final del seguimiento. Esto valores fueron esta dísticamente
significativos (p <0,00001) (Figura 9).
Se observó una pérdida de más de
5° entre el posoperatorio inmediato y el final del seguimiento en cuatro
pacientes: un caso por retiro precoz del material a causa de una infección y
tres casos por fijación insuficiente en fracturas con gran conminución. Solo el
paciente a quien se le retiró el material de osteosíntesis por infección quedó
con un ángulo de Böhler <20°.
El 44,4% desarrolló artrosis
subastragalina grado 1; el 7,4%, grado 2 y el 3,8%, grado 3. No hubo una
asociación entre artrosis subastragalina y el puntaje de la escala de la AOFAS.
Todos los pacientes perdieron algún grado de movilidad subastragalina, el 83,3%
tuvo una restricción moderada (72,2%) o severa (11,1%) y el 16,7%, una
restricción leve.
En el 9,3% de los pacientes, fue
necesario retirar el material de osteosíntesis: dos casos por infección y tres
por tendinitis de peroneos. Se realizó una artrodesis subastragalina en el 3,7%
de las fracturas por artrosis subastragalina sintomática que no mejoró con el
tratamiento conservador (Figura 10).
El 3,7% sufrió complicaciones
menores de la herida (necrosis de los bordes). La tasa de infección fue del
5,6% de 54 fracturas. Tres pacientes tuvieron lesiones del nervio sural
transitorias que desaparecieron dentro de los seis meses posteriores a la
cirugía.
DISCUSIÓN
Las fracturas de calcáneo
representan el 2% de todas las fracturas y la mayoría ocurre en pacientes
adultos. El tratamiento sigue siendo controvertido, porque la evidencia indica
similares resultados del manejo conservador y el tratamiento quirúrgico,2,15
aunque la mayoría de los cirujanos ortopédicos se inclina por la cirugía, ya
que logra resultados satisfactorios.4
Los abordajes quirúrgicos siguen
generando controversia, pero se ha demostrado que las técnicas mininvasivas
disminuyen las complicaciones de partes blandas y las infecciones comparadas
con el ALE.7,8
El abordaje del seno del tarso
podría ser considerado actualmente el patrón de referencia porque logra bajas
complicaciones de partes blandas y resultados clínicos similares a los del ALE.16
La mejoría significativa del
ángulo de Böhler posoperatorio en este estudio nos demuestra que, a través de
esta incisión, se puede restaurar la altura del calcáneo. El promedio del
ángulo de Böhler posquirúrgico final fue de 30,77°. Esto se asocia con una
mejoría en los resultados clínicos.2,7 Cuatro pacientes tuvieron una
pérdida >5° en el ángulo de Böhler, lo que se puede atribuir a una
osteosíntesis insuficiente en tres casos y al retiro precoz del material por
infección en otro paciente, quien tuvo un ángulo de Böhler <20°
posoperatorio.
Existen diferentes opciones para
la estabilización del calcáneo mediante el abordaje del seno del tarso.
Schepers recomienda colocar tornillos solos en pacientes con fracturas sin
conminución y buena calidad ósea. Si el implante no es estable o el ancho del
calcáneo no se puede restaurar, se debería adicionar una placa.17
Kir y cols. comunican que la estabilización con placas tiene
una menor tasa de reintervención y de retiro del implante; mejor reconstrucción
del ancho del calcáneo y mejores resultados funcionales en las fracturas
Sanders tipos II y III en comparación con los tornillos.18 Pitts y
cols.19 no hallaron diferencias en el ángulo de Böhler y Gissane
posoperatorio y las complicaciones de la herida comparando placas y tornillos.
En un estudio biomecánico, se demuestra una estabilidad superior con tornillos
intramedulares que con placas tradicionales, quizás
porque se anclan a zonas de mayor densidad en el calcáneo.20 En
nuestra serie, combinamos placas de 2,7 mm bloqueadas o 3,5 mm con tornillos
3,5; 4,0 y 6,5 mm canulados.
En nuestro estudio, la tasa de
complicaciones menores de la herida fue del 3,7% y la de infecciones profundas,
del 5,6%. Schepers publicó un 4,8% de complicaciones de la herida (rango
0-15,4) para pacientes tratados con abordaje del seno del tarso.21
Nosewic presenta una revisión sistemática y un metanálisis e informa un 4,9% de
complicaciones de la herida con el abordaje del seno del tarso comparada con el
24,9% en el ALE. También se han comunicado lesiones neurovasculares en el
9,1-25%22,23 con el ALE y en el 5% con el abordaje del seno del tarso.24
En nuestra serie, tres pacientes sufrieron lesiones del nervio sural
transitorias.
Nuestra tasa de resultados buenos
y excelentes en la escala de la AOFAS (68,5%) coincide con otras publicadas
sobre el abordaje del seno del tarso.24
Todos los pacientes tuvieron
algún grado de rigidez en la articulación subastragalina. El 83,3% sufrió una
pérdida de la movilidad entre moderada y severa. Esto podría tener relación con
la lesión irreversible del cartílago articular.25
La reducción de la articulación
subastragalina es muy importante, ya que un escalón >1 mm genera una
alteración en la distribución de la carga en dicha articulación y artrosis
postraumática.26 El 55,6% de nuestros pacientes desarrolló artrosis
y el 44,4% era grado 1.
Con respecto a las limitaciones
de nuestra investigación tuvimos un solo paciente con fractura Sanders tipo IV,
lo cual no nos ha permitido evaluar el tratamiento en este grupo de fracturas.
Segundo, el tiempo de seguimiento fue relativamente corto. Si bien hubo
artrosis y fue necesaria la artrodesis subastragalina, si el seguimiento fuera
mayor quizás los resultados podrían tener un deterioro. Tercero, no hubo un
grupo comparativo aleatorizado, aunque los resultados son similares a los
obtenidos en grupos de pacientes operados mediante abordaje del seno del tarso
y fueron comparados con el ALE.
CONCLUSIÓN
El abordaje del seno del tarso
permite una adecuada exposición de la fractura y logra una reducción aceptable
con resultados buenos y excelentes en la mayoría de los pacientes y escasas
complicaciones de partes blandas.
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ORCID de A. Pendino: https://orcid.org/0000-0002-7391-6541
ORCID de J. Calvi: https://orcid.org/0000-0002-2738-0125
Recibido el 31-5-2022. Aceptado luego de la
evaluación el 31-7-2022 •
Dr. Maximiliano Seletti • selettimaximiliano@gmail.com • https://orcid.org/0000-0001-6021-2898
Cómo citar este
artículo: Seletti M, Slullitel G, Calvi J, Pendino A. Abordaje del seno del tarso
para el tratamiento de las fracturas de calcáneo: una técnica de creciente
difusión. Rev Asoc Argent Ortop Traumatol
2023;88(1):66-78. https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2023.88.1.1586
Información del artículo
Identificación: https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2023.88.1.1586
Fecha de publicación: Febrero, 2023
Conflicto de intereses: Los
autores no declaran conflictos de intereses.
Copyright: © 2023, Revista de la Asociación Argentina de
Ortopedia y Traumatología.
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