INSTRUCCIÓN ORTOPÉDICA DE POSGRADO - IMÁGENES
Resolución del caso
Ricardo Trueba
Departamento
de Resonancia y Tomografía Computada, Grupo Médico Rostagno,
Diagnóstico
por Imágenes, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
Presentación
en la página 713.
Diagnóstico: Tendinopatía insercional reactiva posquirúrgica.
Discusión
La
tendinopatía del tendón de Aquiles es una de las lesiones más frecuentes por el
uso excesivo del tobillo y el pie. Es un síndrome clínico caracterizado por la
combinación de dolor, hinchazón y deterioro del rendimiento. Las dos categorías
principales de tendinopatía del tendón de Aquiles se clasifican, según la
ubicación anatómica, en tendinopatía insercional y no insercional. La etiología
de esta tendinopatía es multifactorial e incluye factores intrínsecos y
extrínsecos. Existen opciones variables de tratamiento conservador y
quirúrgico.
En los
pacientes con tendinopatía de Aquiles, el tendón es heterogéneo y está
engrosado. El examen histológico del tejido afectado no revela macrófagos,
neutrófilos ni otras células inflamatorias. Como los estudios histológicos
muestran un mayor número de tenocitos y concentración de glicosaminoglicanos en
la sustancia fundamental, desorganización y fragmentación del colágeno y
neovascularización, se prefiere el término “tendinopatía”. Los tenocitos
presentes en el sitio de la degeneración tienen una forma irregular y una mayor
tasa de apoptosis. Estos cambios tisulares progresan a una degeneración mucoide
crónica del tendón con una cantidad variable de metaplasia fibrocartilaginosa y
depósitos de hidroxiapatita cálcica. En la tendinopatía de Aquiles crónica, se
producen cambios moleculares importantes. Estos cambios son compatibles con la
reparación, pero también pueden ser una respuesta adaptativa a los cambios en
la carga mecánica, porque se cree que la tensión menor repetida es el principal
factor desencadenante de la tendinopatía.
Los
tendones sanos son relativamente avasculares. La neovascularización, un término
descriptivo para la aparición de vasos anormales, es una característica de la
tendinopatía de Aquiles. Se ha planteado la hipótesis de que la
neovascularización y los nervios que la acompañan son la fuente del dolor en la
tendinopatía de Aquiles crónica.
Las
fuentes de dolor en la tendinopatía de Aquiles son muy complicadas. El dolor
puede originarse por múltiples factores. El aumento de la producción de
prostaglandinas en la matriz, la neovascularización en el cuerpo del tendón,
los cambios en la estructura de los tenocitos y la función, y los cambios de
metabolitos en la tendinopatía se cree que son las fuentes del dolor. Se halló
que ciertos irritantes químicos, incluidas las citocinas y los
neurotransmisores, como el glutamato, están elevados en pacientes con
tendinopatía y se han propuesto como causantes de dolor.
La
reparación del tendón implica una secuencia de tres fases. La primera fase
inflamatoria dura unos pocos días. Los eritrocitos y las células inflamatorias
migran al sitio de la lesión dentro de las primeras 24 h. Los factores
vasoactivos y quimiotácticos se liberan con una mayor permeabilidad vascular,
el inicio de la angiogénesis, la proliferación de tenocitos y la producción de
fibra de colágeno. Después de unos días, comienza la fase proliferativa. La
síntesis de colágeno tipo III alcanza un pico durante esta etapa, que dura unas
pocas semanas. El contenido de agua y las concentraciones de
glucosaminoglicanos permanecen altos durante esta etapa. La reparación del
tendón coincide con la proliferación de tenocitos en el epitenón y endotenón,
así como en la vaina del tendón. Finalmente, después de aproximadamente seis
semanas, comienza la etapa de modelado. El tejido curativo es redimensionado y
remodelado. Las síntesis de celularidad, colágeno y glucosaminoglicanos disminuyen.
Esta fase de remodelación comienza con un proceso de consolidación fibrosa.
Se encontraron respuestas de curación fallidas y
cambios degenerativos en el tendón. La respuesta de curación fallida incluye
tres etapas diferentes y continuas conocida como la teoría del continuum
(tendinopatía reactiva, deterioro del tendón y tendinopatía degenerativa). La
calidad del tejido se debilita debido a un proceso de curación anormal, con
proliferación desordenada de tenocitos, cambio degenerativo de las células del
tendón, rotura de fibras de colágeno. Si la fuente de la lesión del tendón
persiste, el área de la degeneración o el desgarro pueden persistir o empeorar
con el tiempo.
Los
estudios de diagnóstico por imágenes establecidos para evaluar el tendón de
Aquiles son la ecografía y la RM. Los dos métodos son excelentes para valorar
la estructura tendinosa, la inserción ósea y los tejidos blandos
peritendinosos.
La
radiología convencional está relegada a confirmar la presencia o ausencia de
calcificaciones intratendinosas o en la entesis.
En la
ecografía, un tendón normal muestra ecos lineales brillantes paralelos con
transductor lineal con frecuencia de 10 ± 22 MHz. La ecogenicidad es causada
por la reflexión en las interfases entre los haces de colágeno (Figura 5). La
elastografía es una técnica asociada a la ecografía que permite valorar la
elasticidad de los tejidos. Los tejidos que pierden agua se vuelven más rígidos
y la elastografía lo demuestra perfectamente.
Un método
poco solicitado en casos musculoesqueléticos y de mucha utilidad es la
ecografía con técnica de “power Doppler”. Es más conocida su utilidad en
reumatología para identificar y clasificar este tipo de enfermedades. Permite
valorar el grado de vascularización de los tejidos tanto en la inflamación como
en la fase de reparación. La ecografía con “power Doppler” permite hacer
estimaciones precisas del flujo sanguíneo, incluso cuando los vasos son
demasiado pequeños. También se la ha utilizado para demostrar hiperemia de
tejidos blandos, sinovitis, para estudiar derrames articulares y colecciones.
Los tendones morfológicamente normales no poseen flujo en la ecografía con
“power Doppler”, ya que son estructuras hipovascularizadas.
Los
tendones normales en la RM muestran baja señal en secuencias T1 y T2, esto se
debe a que son estructuras con bajo componente acuoso. En pacientes con
tendinopatías reactivas, se detectan cambios focales en el área afectada
mediante la ecográfica o la RM (Figura 6).
Los
desgarros muestran una señal baja en secuencia T1 y aumentada en secuencia T2.
Lo mismo que los cambios inflamatorios en los tejidos blandos insercionales y
periinsercionales (Figuras 7 y 8).
En la
tendinopatía crónica, está alterado el grosor del tendón, la estructura es
anormal, la ecografía muestra un patrón irregular con áreas de baja
ecogenicidad y la RM, una señal modificada (Figuras 9 y 10).
Dr. Ricardo Trueba
• ricardotrueba@gmail.com • https://orcid.org/0000-0001-7908-817X
Cómo citar este
artículo: Trueba R. Instrucción Ortopédica de Posgrado – Imágenes. Resolución del
caso. Rev Asoc Argent Ortop Traumatol
2021;86(6):867-871. https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2021.86.6.1393
Información del artículo
Identificación: https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2021.86.6.1393
Fecha de publicación: Diciembre, 2021
Conflicto de intereses: Los autores no declaran conflictos de intereses.
Copyright: © 2021, Revista de la
Asociación Argentina de Ortopedia y Traumatología.
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