INVESTIGACIÓN CLÍNICA
Estudio retrospectivo comparativo entre
aspirina y dabigatrán en la incidencia de eventos tromboembólicos en pacientes
con artroplastia de cadera y rodilla
Fernando A. Lopreite, Tamara Dainotto, Stéfano Gaggiotti,
Hernán del Sel
Equipo de Cadera y Rodilla, Hospital
Británico de Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
RESUMEN
Objetivo: Analizar
la incidencia de eventos tromboembólicos extrahospitalarios luego de un
reemplazo total de rodilla o cadera primario en los primeros 90 días
posoperatorios, utilizando como tromboprofilaxis ácido acetilsalicílico o
dabigatrán. El objetivo secundario fue evaluar el costo de la terapia
antiagregante y de la anticoagulante. Materiales
y Métodos: Se realizó un estudio observacional retrospectivo en el
posoperatorio de reemplazos totales de cadera y rodilla primarios sobre la
incidencia de eventos tromboembólicos extrahospitalarios, durante los primeros
90 días posteriores a la cirugía, en dos grupos. Se administró ácido acetilsalicílico
(325 mg/día) o dabigatrán (150-220 mg/día) por 35 días. Resultados: La serie incluyó a 224 pacientes (media de la edad 68.5
años), el 44,2% eran hombres. El 51,3% era un reemplazo total de cadera. El
64,3% continuó la tromboprofilaxis con dabigatrán y el 35,7%, con aspirina. La
incidencia total de eventos tromboembólicos fue del 1,3%; 1,4% con dabigatrán y
1,3% con aspirina (p = 0,9). El costo de la tromboprofilaxis fue de USD 3,6 con
aspirina 325 mg y USD 130 o 175 con dabigatrán, según la presentación de 75 y
110 mg. Conclusiones: La aspirina
como tromboprofilaxis tras un reemplazo total de cadera o rodilla en pacientes
con bajo riesgo de sufrir eventos tromboembólicos ha logrado resultados
clínicos similares a los del dabigatrán. Se puede recomendar un protocolo
multimodal basado en el uso de aspirina. Este mejora
el cumplimiento de la terapia antitrombótica por parte de los pacientes, debido
al bajo costo de la profilaxis con aspirina.
Palabras clave:
Aspirina; ácido acetilsalicílico; dabigatrán; tromboprofilaxis; evento
tromboembólico; artroplastia de cadera; artroplastia de rodilla.
Nivel de
Evidencia: III
Comparative
Retrospective Study Between Aspirin and Dabigatran in the Incidence of
Thromboembolic Events in Hip and Knee Arthroplasty
ABSTRACT
Objective: To analyze
the incidence of out-of-hospital thromboembolic events after a primary total
knee or hip replacement in the first 90 postoperative days, using
acetylsalicylic acid or dabigatran as thromboprophylaxis. As a secondary
objective, to evaluate the cost of antiplatelet therapy compared to
anticoagulants. Materials and Methods:
A retrospective observational study was carried out in the postoperative period
of primary total hip and knee replacement on the incidence of out-of-hospital
thromboembolic events during the first 90 postoperative days in two groups of
patients. Acetylsalicylic acid (325 mg per day) or dabigatran (150 to 220 mg
per day) were used as thromboprophylaxis for 35 days. Results: The series consisted of 224 patients aged 68.5 years
(38-95 years), 44.2% male. 51.3% corresponded to total hip replacement. 64.3%
continued thromboprophylaxis with dabigatran and 35.7% with aspirin. The total
incidence of thromboembolic events was 1.3%. In the patients who received
dabigatran it was 1.4% and in those who received aspirin, 1.3% (p = 0.9). The
cost of thromboprophylaxis with aspirin 325 mg was US $ 3.6 while with
dabigatran it was US $ 130 or $ 175, according to its presentation, 75 and 110
mg. Conclusion: Aspirin as
thromboprophylaxis after total hip or knee replacement in individuals at low
risk of thromboembolic events has shown similar clinical outcomes as
dabigatran, and a multimodal protocol based on the use of aspirin can be
recommended. This improves patient adherence to antithrombotic therapy, due to
the low cost of aspirin prophylaxis.
Keywords: Aspirin;
acetylsalicylic acid; dabigatran; thromboprophylaxis; thromboembolic event; hip
arthroplasty; knee arthroplasty.
Level of Evidence: III
Introducción
A pesar de que las
artroplastias totales de cadera y rodilla son procedimientos frecuentes y
seguros, se considera que los pacientes que se someten a ellas tienen un alto
riesgo de sufrir complicaciones tromboembólicas, como tromboembolismo pulmonar
(TEP) y trombosis venosa profunda (TVP).1,2 Según la bibliografía,
la incidencia posoperatoria de estas complicaciones oscila entre el 15% y el
30% para la TVP, y entre el 1,7% y el 7,8% para el TEP, sin profilaxis.1-3
La tromboprofilaxis con fármacos anticoagulantes después de estos procedimientos
ha disminuido un 0,6-2% la tasa de eventos tromboembólicos (ETE), según
diferentes reportes.3-5
Para tal fin, existen
múltiples tratamientos farmacológicos, entre ellos, los inhibidores del factor
Xa (rivaroxabán, apixabán), los inhibidores de la trombina, como el dabigatrán,
la heparina de bajo peso molecular y los antagonistas de la vitamina K
(warfarina).6 Asimismo, en los últimos años, se ha observado un auge
de la administración de fármacos antiagregantes, como el ácido acetilsalicílico
(AAS), ante la publicación de ensayos clínicos y metanálisis que sugieren que
este agente posee similares tasas de efectividad que los anticoagulantes para
la prevención de la TVP y el TEP.1,3-5,7,8
En 2009, el AAS fue
incorporado como recomendación en la profilaxis antitrombótica para el
posoperatorio de un reemplazo total de cadera (RTC) o de rodilla (RTR) por la
guía de la American Academy of
Orthopaedic Surgeons (AAOS).9 Posteriormente, en 2012, la guía
del American College of Chest Physicians
(ACCP) enumera este fármaco junto con
otros agentes tromboprofilácticos (heparina de bajo peso molecular, dabigatrán,
rivaroxabán, entre otros) con recomendación grado 1B para su uso como
profilaxis de ETE.10 Desde entonces, el porcentaje de cirujanos que decide
emplearla como única droga para la tromboprofilaxis aumentó de forma
significativa, con similares tasas de ETE que con la administración de fármacos
anticoagulantes.4
Por otro lado, el AAS se
presenta como un fármaco con un alto perfil de seguridad, fácil de administrar,
bien tolerado y accesible tanto por sus costos como por su disponibilidad, con
poder analgésico, antinflamatorio y antiagregante plaquetario, que juega un rol
central en la prevención de enfermedades cardiovasculares.1,2,11,12
Esto asociado a los resultados favorables como profilaxis antitrombótica lo
convierten en una alternativa segura y atractiva para la comunidad médica.
Asimismo, numerosos estudios han demostrado el efecto cardioprotector del AAS,
lo cual agregaría un beneficio a su uso como antitrombótico.12
En nuestro Centro, se
prescriben habitualmente agentes anticoagulantes orales, como dabigatrán, o
subcutáneos (enoxaparina) al alta hospitalaria, por un mínimo de 35 días.13
Recientemente comenzamos a usar el AAS como monodroga en la profilaxis
extrahospitalaria de ETE durante el posoperatorio de cirugías de reemplazo
articular, tras haber observado un menor cumplimiento del tratamiento
farmacológico con los agentes anticoagulantes habituales debido a los mayores
costos que representa para los pacientes y las potenciales consecuencias que
eso conlleva.
El principal objetivo de
este estudio fue analizar, en forma retrospectiva, la incidencia de TVP y TEP
extrahospitalarios en dos grupos de pacientes: grupo I (AAS) y grupo II
(dabigatrán) luego de un RTR o RTC primario, en los primeros 90 días después de
la cirugía. Como objetivos secundarios, se buscó determinar las tasas de
complicaciones hemorrágicas y de reintervención asociadas al uso de dichos
fármacos y analizar el costo de la terapia antiagregante (grupo I) y de la
anticoagulante (grupo II).
Nuestra hipótesis es que la
incidencia de ETE en nuestro Centro es similar con AAS o con dabigatrán en
pacientes con un bajo riesgo de sufrir un ETE, teniendo en cuenta que el costo
económico de la profilaxis con AAS es inferior al de dabigatrán, lo que
mejoraría el cumplimiento por parte de los pacientes.
Materiales y Métodos
Entre el 1 de mayo de 2019
y el 20 de abril de 2020, se llevó a cabo un estudio retrospectivo para evaluar
la incidencia de ETE extrahospitalarios durante los primeros 90 días
posteriores a un RTC o RTR primario unilateral, programado que incluyó a los
pacientes operados, de manera consecutiva, a quienes se dividió en dos grupos.
A los del grupo I se les indicó como tromboprofilaxis AAS 325 mg/día y a los
del grupo II, dabigatrán 150-220 mg/día en función de la edad y la depuración
de creatinina, hasta completar 35 días de profilaxis tanto para el RTC como
para el RTR.
Uno de los cirujanos del
equipo decidió indicar AAS a todos sus pacientes que cumplieran los criterios
de inclusión y el resto de los cirujanos continuaron con dabigatrán como
medicación profiláctica para todos sus pacientes.
Los criterios de inclusión
fueron: edad >18 años, artroplastia primaria de cadera o de rodilla como
tratamiento de la artrosis, profilaxis extrahospitalaria con AAS o dabigatrán
hasta cumplir 35 días posoperatorios, seguimiento mínimo de 90 días.
Los criterios de exclusión fueron: artroplastias como tratamiento de
fractura y artroplastia de revisión, cuadros clínicos que contraindican el uso
de AAS o dabigatrán, anticoagulación previa, antecedentes de neoplasia o de
TVP/TEP, índice de masa corporal >35, artroplastias bilaterales y
simultáneas, evento trombótico durante la estancia hospitalaria, ya que, en ese
lapso, los pacientes reciben profilaxis con enoxaparina subcutánea 0,4 cc/día;
fracturas intraoperatorias asociadas, estancia hospitalaria >6 días, nueva
cirugía no relacionada con la intervención en estudio que haya requerido
reinternación durante el seguimiento y pérdida del seguimiento.
Los pacientes se internaron
el mismo día de la cirugía programada y fueron evaluados diariamente junto con
los profesionales del Servicio de Clínica Médica.
Las medidas profilácticas
antitrombóticas adoptadas fueron:
- Enoxaparina subcutánea 0,4 cc/día durante la
internación, rotando a la vía oral el día del alta hospitalaria.
- Vendaje compresivo en ambos miembros inferiores
colocado en el posoperatorio inmediato. Alta hospitalaria con medias de
compresión de uso diurno.
- Movilización precoz en el posoperatorio inmediato y
marcha a las 12-24 h con andador o bastones canadienses según la tolerancia.
Tras el alta hospitalaria,
los pacientes continuaron la profilaxis antitrombótica por vía oral, en dos
esquemas diferentes. En el grupo I, se utilizó AAS 325 mg en una única dosis
diaria. En el grupo II, se indicó dabigatrán en dosis ajustadas según la edad
(<75 años, 220 mg/día y >75 años, 150 mg/día) y la depuración de
creatinina. El tratamiento profiláctico antitrombótico continuó de esta manera
en el domicilio hasta el día 35 posterior a la cirugía.
Se realizaron controles
seriados clínicos y radiográficos a los 10 días, 3, 6 y 12 semanas de la
cirugía con la finalidad de evaluar la evolución y detectar complicaciones.
Se registraron las
complicaciones que ocurrieron durante los primeros 90 días posteriores a la
operación, inclusive ETE sintomático (TVP y TEP), complicaciones hemorrágicas,
de la herida quirúrgica, infección aguda de la prótesis y muerte.
Ante la sospecha clínica de
TVP, se confirmó o descartó mediante eco-Doppler venoso en el momento de la
consulta. Si se sospechaba TEP, se realizó una angiotomografía computarizada
pulmonar. En ambas situaciones, si el resultado era positivo, se iniciaba el
tratamiento anticoagulante correspondiente. Si se descartaban TVP o TEP, se
continuaba con el tratamiento profiláctico en curso.
La infección aguda de la
prótesis se confirmó teniendo en cuenta parámetros clínicos y de laboratorio,
según las recomendaciones de la Musculoskeletal
Infection Society.
El costo del tratamiento
profiláctico antitrombótico para ambos grupos se calculó en dólares
estadounidenses (USD), según la cotización oficial del Banco de la Nación
Argentina, el 15 de abril de 2020, a USD 66,75 de la terapia antitrombótica
hasta completar los 35 días posoperatorios.
Este estudio fue aprobado
por el Comité de Bioética de nuestro Centro.
Análisis estadístico
Las variables continuas se
describieron como media y desviación estándar, y las variables cualitativas,
como porcentaje e intervalo de confianza del 95%. Se compararon los dos grupos
de análisis mediante una prueba t para las variables cuantitativas y la prueba
de Fisher para las variables cualitativas. Se consideró estadísticamente
significativa una diferencia <0,05. Se utilizó el programa Graph Pad Prism
8.0.
Resultados
Entre el 1 de mayo de 2019
y el 20 de abril de 2020, se realizaron 353 artroplastias primarias de cadera y
rodilla. Se excluyó a 126 pacientes, porque no cumplían los criterios de inclusión,
alguno de ellos no cumplían con más de un criterio
(Figura 1).
La serie quedó conformada
por 224 pacientes, con una media de la edad de 68.5 años (rango 38-95). Ciento
veinticinco (55,8%) eran mujeres y 99 (44,2%), hombres, con un índice de masa
corporal de 28,1 (rango 17-35). Los procedimientos fueron 115 (51,3%) RTC y 109
RTR (48,7%) y el tiempo promedio de internación fue de 3.2 días (rango 2-6).
Tras el alta, 80 pacientes
continuaron la tromboprofilaxis por vía oral con AAS (35,7%) y 144, con
dabigatrán (64,3%) (Tabla 1). No se observaron diferencias estadísticamente
significativas en las características demográficas de ambos grupos (Tabla 2).
En general, la tasa de complicaciones extrahospitalarias fue del 8% (n =
18); la incidencia total de ETE sintomático fue del 1,3%. Tres pacientes
sufrieron TVP confirmada por eco-Doppler venoso, todos hombres y >70 años.
Según el tipo de
procedimiento, la incidencia de ETE fue del 1,7% en el RTC (2 casos) y del 0,9%
en el RTR (1 caso), sin significancia estadística (p 0,8).
Si analizamos los grupos
por separado, de acuerdo con el tratamiento tromboprofiláctico, la incidencia
de TVP fue del 1,3% para el grupo I (1 caso) y del 1,4% para el grupo II (2
casos).
Los casos de TVP en
pacientes tratados con dabigatrán ocurrieron a los 16 y 30 días de la cirugía,
es decir, mientras el paciente aún recibía profilaxis antitrombótica. En el
caso tratado con AAS, el ETE tuvo lugar a los 60 días de la operación, ya
finalizados los 35 días de tromboprofilaxis. No se observaron diferencias
estadísticamente significativas en la incidencia de ETE entre ambos grupos (p =
0,9).
Otros siete pacientes se
presentaron con sintomatología compatible con TVP que luego fue descartada por
eco-Doppler venoso, de manera que continuaron el esquema de tromboprofilaxis
previo (4 con dabigatrán y 3 con AAS).
Con respecto a las
complicaciones infecciosas y la tasa de mortalidad, si comparamos ambos grupos,
la incidencia de infección superficial de la herida quirúrgica fue del 1,3% en
el grupo de AAS y del 3,5% en el de dabigatrán (p = 0,3) que fue tratada con
antibióticos orales, a pesar de no ser estadísticamente significativo, fue
porcentualmente mayor en el grupo II.
Se diagnosticaron dos
infecciones agudas de la prótesis (0,9%) tratadas con limpieza quirúrgica y
buena evolución, en el grupo II, y ninguna en el grupo I (p = 0,9), lo que no
fue estadísticamente significativo.
En el grupo I, se registró
una muerte súbita (0,4%) de causa no determinada a los 45 días de la cirugía,
una vez finalizada la tromboprofilaxis con AAS (p = 0,7).
No se observaron
complicaciones hemorrágicas mayores. No hubo diferencias estadísticamente
significativas en la incidencia del resto de las complicaciones entre ambos
grupos (Tabla 3 y Figura 2).
En lo referente a la
accesibilidad del tratamiento, el costo de la tromboprofilaxis con AAS (30
comprimidos con cobertura entérica 325 mg) durante 31 días fue de USD 3,6
mientras que, con dabigatrán, fue de USD 130 o 175, en función de su
presentación, de 75 y 110 mg, respectivamente (cotización al 15/4/2020 BNA a
66.75 pesos argentinos).
Discusión
El AAS fue incorporado como
recomendación en la profilaxis antitrombótica para el período posoperatorio del
RTC y RTR por la guía de la American
Academy of Orthopaedic Surgeons9 y posteriormente, por la guía del American College of Chest Physicians
para su uso como profilaxis de ETE.10 Desde entonces, el porcentaje de
cirujanos que decide emplearla como
único fármaco para la tromboprofilaxis aumentó de forma significativa.4
En 2018, la guía europea
del National Institute of Health and Care
Excellence (NICE) incorpora el AAS como recomendación en la profilaxis
antitrombótica tras una artroplastia total de rodilla y como profilaxis
extendida en la artroplastia total de cadera.14,15 Sin
embargo, no hay un consenso actual en cuanto a la dosis idónea y su tiempo de
uso.1,7,10,16
En nuestro estudio,
decidimos administrar 325 mg como dosis diaria de AAS, porque autores, como
Parvizi y cols.7 no hallaron diferencias significativas en la prevención del
TEP con la administración de AAS a bajas dosis (81 mg, 2 veces/día) o altas
dosis (325 mg, 2 veces/día) durante cuatro semanas, ni en la incidencia de
eventos gastrointestinales, infección de la prótesis o la muerte, así como
tampoco Feldstein y cols.,16 entre otros.3 Preferimos esa dosis para disminuir
el riesgo de hematomas y sangrado por la herida. Esta decisión se condice con
nuestros resultados, ya que no hemos registrado complicaciones hemorrágicas ni
hematomas con AAS en dosis de 325 mg por día.
En 2000, se publican los
resultados de un estudio aleatorizado doble ciego, el ensayo Pulmonary Embolism
Prevention (PEP),11 en el cual se evalúa la incidencia de ETE en más de 17.000
pacientes tratados con AAS o placebo por fractura de cadera o artroplastia
programada de rodilla y de cadera, y se llegó a la conclusión de que el AAS
reduce el riesgo de TEP y TVP en, al menos, un 30% en los primeros 35 días
después de la intervención.
En nuestro estudio, la
incidencia de ETE fue similar entre los pacientes que recibieron AAS o
dabigatrán. La incidencia total de ETE sintomático en general, durante los
primeros 90 días del posoperatorio fue del 1,3%, y siempre se trató de TVP. La
incidencia de esta complicación en el grupo de pacientes tratados con AAS y en
los que recibieron dabigatrán no fue estadísticamente significativa. Esto mismo
tampoco se verificó entre ambos procedimientos, RTC y RTR, tal como se informa
en distintas publicaciones que evalúan ambos procedimientos por igual, ya que
se utilizan los mismos agentes como tromboprofilaxis para ambas.3-5,8,16
Cabe destacar que, en
nuestro estudio, las TVP en el grupo de dabigatrán ocurrieron a los 16 y 30
días de la cirugía, es decir, durante el período de tromboprofilaxis, mientras
que, en el grupo con AAS, se produjeron a los 60 días, 25 días después de
finalizar la farmacoprofilaxis.
En un estudio multicéntrico
sobre la incidencia de ETE, Bozic y cols.17 evaluaron a 93.840 pacientes
sometidos a RTR que recibieron AAS, warfarina o heparina de bajo peso
molecular, y las tasas de ETE fueron del 2,3%; 4% y 3,1%, respectivamente. Por
otro lado, Ogonda y cols.,8 en un estudio prospectivo de 11.459 pacientes
sometidos a RTR, RTC o reemplazo unicompartimental de rodilla, comprobaron la
seguridad del AAS como agente tromboprofiláctico, ya que no aumentó el riesgo
de muerte, TEP o TVP en pacientes de bajo riesgo; la incidencia total fue del
0,3% de TVP y 0,6% de TEP en RTC, del 1,5% en RTR y del 1,2% en el reemplazo
unicompartimental de rodilla. En una revisión sistemática de 39 artículos,
Vincent y cols.3 evaluaron los resultados en relación con el ETE de 69.551
pacientes sometidos a RTC y RTR que recibieron AAS como farmacoprofilaxis
antitrombótica, y obtuvieron una tasa de TEP del 0,6% y de TVP del 1,2%, datos
comparables a los obtenidos en nuestra serie.
McHale y cols.5 compararon
retrospectivamente la incidencia de ETE en dos grupos de pacientes, uno tratado
con dabigatrán 220 mg/día, por 28 días para el RTC y 10 días para el RTR,
frente a otro en el que se administró AAS 150 mg/día, durante seis semanas para
el RTC y el RTR. No comunicaron ETE en el grupo de pacientes con AAS, mientras
que la incidencia de TVP fue del 2,2% y 1,6% para el RTC y el RTR,
respectivamente, en el grupo con dabigatrán.
En cuanto a las
complicaciones por infección, cinco de seis casos de infecciones superficiales
de la herida y los dos casos de infección aguda de la prótesis se produjeron en
el grupo con dabigatrán. Sin embargo, esta diferencia no fue estadísticamente
significativa entre ambos grupos. Hay evidencia que asocia el drenaje
persistente de la herida quirúrgica con un mayor tiempo de internación y riesgo
de infección de la prótesis.1,7,18,19 Parvizi y cols.18 hallaron una relación
significativa entre el exceso de anticoagulantes y las complicaciones de la
herida en pacientes que posteriormente tuvieron una infección de la prótesis.
Por otro lado, en su estudio prospectivo, Aquilina y cols.19 comunicaron que el
tiempo promedio de drenaje por la herida quirúrgica tras un RTC y un RTR fue de
6.4 días para el grupo con dabigatrán y de 3.2 días para el que recibió AAS,
esto último no fue verificado en nuestro estudio. Otros estudios asocian a los
agentes anticoagulantes habitualmente prescritos con tasas más altas de
complicaciones hemorrágicas y débito persistente por la herida quirúrgica en
relación con el AAS,20,21 tal como se mencionó antes.
En nuestra serie, se
produjo una muerte súbita a las seis semanas del RTC (hombre de 72 años). El
riesgo de muerte luego de este procedimiento varía según el tiempo transcurrido
desde la cirugía, es más alto en los primeros 30 días y retorna al riesgo basal
preoperatorio luego de los 90 días.22 Se dispone de fuerte evidencia que
sugiere que la edad avanzada y el sexo masculino predisponen a sufrir una
muerte prematura luego de un RTC.22,23 Asimismo, se acepta que las enfermedades
cardiovasculares, como infarto agudo de miocardio o insuficiencia cardíaca, son
responsables de más del 50% de las muertes, seguidas de la enfermedad
cerebrovascular y el TEP.22,23 Bayley y cols.24 refieren que el 11,7-17,1% de
los óbitos dentro de los 90 días posteriores a un RTC se deben a TEP. No
obstante, la verdadera causa de muerte, en ocasiones, no puede ser identificada
y numerosos estudios sugieren que, en estos casos, podría corresponder a
TEP.1,7 En nuestro caso, no fue posible determinar el motivo de la muerte de
este paciente.
Nuestros pacientes
permanecieron internados una media de 3.2 días, lo que implica que la
administración de AAS o dabigatrán se prolongó por una media de 31 días, hasta
cumplir un total de 35 días de profilaxis.16 Es importante remarcar el enfoque
multimodal de la profilaxis antitrombótica utilizado, teniendo en cuenta la
administración de enoxaparina por vía subcutánea durante la internación, la
farmacoprofilaxis oral al alta, los protocolos de movilización precoz y el uso
de compresión mecánica en los miembros inferiores.1
En cuanto al costo de la
profilaxis antitrombótica oral, hasta cumplir los 35 días desde la cirugía, fue
de USD 3,6 con AAS y de USD 130 o 175 con dabigatrán, según la presentación (75
y 110 mg, respectivamente). La profilaxis del TEP y la TVP con AAS en pacientes
después de un RTC y un RTR se puede presentar como una alternativa económica e
igual de eficaz que el dabigatrán, fácil de conseguir, lo que permite lograr
una mayor adhesión al tratamiento por parte de los pacientes.1,2,16,17,25
Las debilidades de este
estudio son la reducida cantidad de pacientes que conforman la muestra y que no
fue a doble ciego. Algunos pacientes tenían más de un criterio de exclusión.
También cabe mencionar que se realizaron estudios de eco-Doppler solo a
pacientes sintomáticos, sin considerar las TVP subclínicas. Además, los dos
grupos fueron tratados por distintos cirujanos.
Sin embargo, sus fortalezas
son que solo tres pacientes fueron excluidos por pérdida del seguimiento
(Figura 1); además, todos fueron operados mediante el mismo abordaje, los
mismos tipos de implantes, y el mismo protocolo anestésico y de rehabilitación;
este estudio es inédito en nuestro país.
Conclusiones
La administración de AAS
como tromboprofilaxis tras un RTC o RTR a pacientes con bajo riesgo de ETE ha
logrado resultados clínicos similares a los del dabigatrán. Se puede recomendar
un protocolo multimodal basado en el uso de AAS. Este protocolo puede mejorar
el cumplimiento de la terapia antitrombótica por parte de los pacientes, debido
al bajo costo de la profilaxis con AAS al compararla con la de dabigatrán.
Queda como desafío la
necesidad de realizar un estudio prospectivo, aleatorizado y doble ciego para
reforzar estos resultados.
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ORCID de T. Dainotto: https://orcid.org/0000-0002-6645-9928
ORCID de S. Gaggiotti: https://orcid.org/0000-0003-4077-2892
ORCID de H. del Sel: https://orcid.org/0000-0002-3655-1408
Recibido el 20-1-2021. Aceptado luego
de la evaluación el 8-3-2021 • Dr.
Fernando A. Lopreite • fernandolopreite@hotmail.com • https://orcid.org/0000-0002-2065-8649
Cómo citar este
artículo: Lopreite FA, Dainotto T, Gaggiotti S, del Sel H. Estudio retrospectivo
comparativo entre aspirina y dabigatrán en la incidencia de eventos
tromboembólicos en pacientes con artroplastia de cadera y rodilla. Rev Asoc Argent Ortop Traumatol
2021;86(4):446-454. https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2021.86.4.1303
Información del artículo
Identificación: https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2021.86.4.1303
Fecha de publicación: Agosto, 2021
Conflicto de intereses: Los autores no declaran
conflictos de intereses.
Copyright: © 2021, Revista de la Asociación
Argentina de Ortopedia y Traumatología.
Licencia: Este artículo está bajo una Licencia Creative Commons
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