INVESTIGACIÓN CLÍNICA
Uso de la
matriz dérmica acelular para el tratamiento de zonas
críticas en defectos de cobertura. Serie de casos
Mariano O. Abrego, Javier Sánchez Saba, Ezequiel
E. Zaidenberg, Ignacio Rellán, Agustín Donndorff, Gerardo Gallucci, Pablo
De Carli, Jorge G. Boretto
Sector de Cirugía de Mano y Miembro Superior, Instituto
de Ortopedia y Traumatología “Prof. Dr. Carlos E. Ottolenghi”,
Hospital Italiano de Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
Resumen
Introducción: El objetivo de esta serie de
casos es describir los resultados y las complicaciones de pacientes con heridas
graves con defecto de cobertura en zonas críticas tratadas con una matriz
dérmica acelular. Materiales y Métodos: Se realizó una revisión retrospectiva de los
pacientes con déficit de cobertura en zonas críticas tratados con matriz
dérmica acelular en nuestro centro. Definimos como
zona crítica al déficit de cobertura que no pueda ser tratado solo con injerto
de piel. Evaluamos variables preoperatorias, intraoperatorias
y posoperatorias. Resultados: Los
diagnósticos iniciales fueron tumor (3 pacientes), trauma agudo (3 pacientes) y
secuela de síndrome compartimental (2 pacientes). El
defecto de cobertura estaba localizado en la pierna (3 casos), en la mano (2
casos), en el muslo (1 caso), en el antebrazo (1 caso) y en el pie (1 caso). La
zona crítica se caracterizó por exposición tendinosa con pérdida de peritenon (5 casos), exposición ósea y pérdida de periostio
(1 caso), exposición de injerto de nervio (1 caso) y exposición de
osteosíntesis (1 caso). Se registraron tres complicaciones. Dos pacientes
requirieron una nueva colocación de matriz y, en otro paciente, se realizó un
colgajo neurocutáneo de safeno
interno por fracaso de la cobertura con membrana. Conclusiones: Los sustitutos dérmicos se caracterizan por su fácil
uso y versatilidad. Esta técnica otorga protección en situaciones de exposición
ósea, además de proveer un plano de deslizamiento en caso de exposición
tendinosa. El uso de matriz dérmica permite, además, ahorrar el empleo de
colgajos.
Palabras clave: Sustituto dérmico; matriz
dérmica acelular; defecto de cobertura; cirugía
reconstructiva.
Nivel de Evidencia: IV
The Role of Dermal Regeneration Templates in Severe Soft Tissue Defects.
Management of “Critical Zones”. Case Series
Abstract
Introduction: The aim of this study
is to report outcomes and complications in a series of patients suffering soft
tissue defects incritical areas treated using an
acellular dermal matrix. Materials and
Methods: A retrospective review of patients with soft tissue coverage
deficits in critical areas treated with acellular dermal matrix in our center
over a five-year period was conducted. The preoperative variables analyzed
were: age, sex, comorbidities, number of previous surgeries, size and
characteristics of the critical area and cause of the coverage defect. The
intraoperative variables analyzed were: size of the dermal substitute used,
surgical time and complications. The postoperative variables were: incorporation
of the dermal substitute, time elapsed until the placement of the skin graft,
and postoperative complications. Results:
The initial diagnoses were tumor (3 patients), acute trauma (3 patients) and
sequelae of compartment syndrome (2 patients). The soft tissue defect was
located in the leg (3 cases), in the hand (2 cases), in the thigh (1 case), in
the forearm (1 case) and in the foot (1 case). In 5 cases the critical zone was
characterized by tendon exposure with loss of peritenon;
in one case bone exposure and loss of periosteum; in one case exposure of nerve
graft and in one case exposure of osteosynthesis
material. Three complications were recorded. Conclusion: Dermal substitutes are characterized by their
versatility. This technique can provide protection in situations of bone
exposure, in addition to providing a sliding plane in case of tendon exposure.
In situations of failure or impossibility of performing a biological
reconstruction, dermal substitutes have a role within reconstructive options.
Key words: Dermal substitute; acelullar
dermal matrix; soft tissue coverage; reconstructive surgery.
Level of Evidence: IV
Introducción
La reconstrucción quirúrgica de los defectos de cobertura
continúa siendo un desafío para el cirujano ortopédico. En ciertas situaciones,
el empleo de colgajos o de injertos de piel no representa la solución al
problema, ya sea por una contraindicación o una imposibilidad técnica. Bajo
estas circunstancias es que los sustitutos dérmicos han ganado terreno,
convirtiéndose en un recurso dentro del arsenal terapéutico del cirujano.
La matriz dérmica acelular es
un tipo de sustituto cutáneo sintético compuesto principalmente por colágeno
bovino y condroitín sulfato.1 Presenta una
doble capa de matriz que estimula el crecimiento fibroblástico
y endotelial mediante un proceso de imbibición, neovascularización
y remodelado.2 Descrito originalmente por Burke
y cols., el uso de matriz dérmica acelular para el
desarrollo de la neodermis ha sido extensamente
estudiado en los déficits de cobertura en quemaduras de espesor completo.1
Con el paso del tiempo, la indicación para el empleo de
matriz dérmica acelular se ha ampliado.3
En los últimos años, se han comunicado resultados satisfactorios con el uso de
sustitutos dérmicos en heridas graves secundarias a un trauma, tanto en la
enfermedad aguda como en defectos de cobertura crónicos.4-7 El
objetivo de esta serie continua de casos es describir los resultados y las
complicaciones en pacientes con heridas graves con defecto de cobertura en
zonas críticas tratadas mediante el empleo de una matriz dérmica acelular.
Materiales y Métodos
Se llevó a cabo una revisión retrospectiva de los
pacientes con déficit de cobertura de partes blandas tratados con matriz
dérmica acelular en nuestro centro, por un mismo
cirujano (JB), durante un período de cinco años (2014-2019). La información de
los pacientes se extrajo del registro electrónico de historias clínicas de
nuestra institución.
Se incluyó a pacientes, sin importar el sexo o la edad,
con defecto de cobertura del miembro inferior o superior en “zonas críticas”
tratados mediante la colocación de una matriz dérmica acelular
Integra® (Integra Life Sciences
Corporation, Plainsboro,
NJ, EE.UU.) y la posterior reconstrucción con injerto de piel. Definimos como
zona crítica al déficit de cobertura que no pueda ser tratado solo con injerto
de piel, como la exposición ósea sin periostio o la exposición tendinosa sin peritenon. Se excluyó a los pacientes en quienes el
sustituto dérmico se había utilizado en zonas no críticas.
Se analizaron variables preoperatorias, intraoperatorias y posoperatorias. Las variables
preoperatorias analizadas fueron: edad, sexo, comorbilidades, cantidad de
cirugías previas, tamaño y características de la zona crítica y causa del
defecto de cobertura. Las variables intraoperatorias
analizadas fueron: tamaño del sustituto dérmico utilizado y complicaciones. Las
variables posoperatorias fueron: incorporación del sustituto dérmico, tiempo
transcurrido hasta la colocación del injerto de piel y complicaciones. Además,
describimos la técnica quirúrgica para la colocación del sustituto dérmico y
las etapas evolutivas.
Técnica quirúrgica
En un primer tiempo quirúrgico, el objetivo es colocar el
sustituto dérmico en la zona del defecto. La medición del defecto es
fundamental para la planificación preoperatoria y así solicitar el tamaño de
sustituto dérmico adecuado.
Todos los procedimientos se llevaron a cabo en la sala de
operaciones y bajo técnica estéril, previa asepsia y antisepsia. El desbridamiento
de la herida es fundamental antes de colocar el sustituto dérmico. Es esencial
realizar una minuciosa hemostasia del lecho antes de colocar la matriz dérmica.
Esto favorece el contacto de la membrana con el lecho y reduce la formación de
hematomas.
La bicapa de colágeno se coloca sobre el lecho, fijándola
en sus bordes, ya sea con agrafes o puntos no reabsorbibles. Se realizan
curaciones periódicas que dependen del débito de la herida o del uso de un
sistema de aspiración negativa por un lapso promedio de tres semanas. Si se
coloca un sistema de aspiración continua a presión negativa (SACPN), las
curaciones incluyen el recambio de manera estéril, en quirófano, con cada
curación, cada una semana. En este período, comienza la regeneración vascular
en el lecho. A los siete días, el color de la membrana cambia debido a la
infiltración celular. A los 14 días, la matriz se vuelve anaranjada, lo que
indica neovascularización.
Aproximadamente a las tres semanas, la neodermis alcanza su grado de revascularización adecuado.
Estas bicapas sintéticas presentan una cobertura removible de silicona, la cual
debe ser extraída para colocar el injerto de piel de espesor parcial.
Resultados
Se identificaron 11 pacientes en los cuales se utilizó un
sustituto dérmico para el manejo de defectos de cobertura durante el período
estudiado (Tabla). Ocho pacientes cumplieron con los criterios de inclusión (2
mujeres y 6 hombres). Todos los pacientes incluidos en este estudio tenían
cirugías previas por su enfermedad de base (tumores) o en el contexto de
cirugías de urgencia (trauma, síndrome compartimental).
Tres pacientes tenían un diagnóstico tumoral como cuadro
de base: dos con diagnóstico histológico de sarcoma de partes blandas (pierna y
muslo) y uno con diagnóstico histológico de condrosarcoma
(grado II, pierna). Los dos pacientes con sarcoma de partes blandas presentaban
exposición tendinosa con ausencia de peritenon: uno
evolucionó con un defecto de cobertura secundario a la resección oncológica,
mientras que el otro evolucionó con un defecto de cobertura consecuencia de la
resección oncológica y la posterior pérdida del colgajo de dorsal ancho y paraescapular. El tercer paciente (condrosarcoma)
tenía una exposición del material de osteosíntesis secundaria a la cirugía de
reconstrucción tumoral.
Tres pacientes de nuestra serie tenían un defecto de
cobertura secundario a un trauma agudo. Uno sufrió un desguantamiento
del pie con exposición ósea y ausencia de periostio. Otro presentaba una herida
con defecto de cobertura en el muslo con exposición tendinosa sin peritenon y, además, exposición del nervio ciático. En
primera instancia, se realizó un colgajo de dorsal ancho, que evolucionó a una
necrosis total. El tercer paciente tenía múltiples fracturas expuestas en la
mano, con exposición tendinosa y ausencia de peritenon.
Los dos pacientes restantes presentaban un déficit de
cobertura como consecuencia de un síndrome compartimental.
El primero tenía una infección del catéter en el contexto de una aplasia
medular severa, desarrolló un síndrome compartimental
de la mano, tratado con fasciotomías (exposición ósea
y necrosis del aparato extensor de los dedos en zona 6) (Figuras 1 y 2). El
segundo desarrolló un síndrome compartimental del
antebrazo como consecuencia de una fractura cerrada en el contexto de un politrauma, fue tratado con fasciotomías,
evolucionó con déficit de cobertura por necrosis cutánea y exposición tendinosa
con ausencia de peritenon. Cabe aclarar que, en este
paciente, pese a haber sufrido un trauma, la causa del defecto de cobertura fue
el resultado del tratamiento quirúrgico del síndrome compartimental.
El promedio de edad en el momento de la cirugía fue de 45
años (rango 4-85). El seguimiento promedio fue de 26 meses (rango 6-51). Como
antecedentes preoperatorios de relevancia, se registraron tres pacientes
tabaquistas, uno de ellos también sufría diabetes mellitus tipo 2. El tamaño
promedio del sustituto dérmico fue de 140 cm2 (rango 4-250).
No se registraron complicaciones intraoperatorias.
Hubo tres complicaciones posoperatorias. Dos pacientes requirieron una nueva
colocación de matriz en la zona del defecto (sarcoma de partes blancas) y, en
otro paciente (condrosarcoma grado II), se realizó un
colgajo neurocutáneo de safeno
interno por fracaso de la cobertura con membrana.
Discusión
Este estudio comunica el uso de una matriz dérmica acelular y la colocación de injerto libre de piel en zonas
críticas en defectos de cobertura, en ocho pacientes. En la evaluación final,
el resultado fue satisfactorio en siete de los ocho pacientes.
En el contexto de una herida grave con déficit de
cobertura, los objetivos terapéuticos básicos son: remover la contaminación,
identificar y clasificar la gravedad de la lesión, el control hemostático, el
desbridamiento, la estabilización ósea, el restablecimiento de la circulación
(reparación directa o injerto), la reparación nerviosa, la reparación tendinosa
y la cobertura de partes blandas.8
El proceso de cicatrización de heridas involucra una
cascada multicelular (queratinocitos, células endoteliales, macrófagos,
plaquetas, fibroblastos) que llevan a la respuesta inflamatoria y la posterior
formación de tejido nuevo.9 Los sustitutos dérmicos de tipo acelulares se originan de material dérmico cadavérico, el
cual es sometido a un proceso de remoción celular y de material antigénico,
como así también de material infeccioso.10,11
Los sustitutos dérmicos se caracterizan por su fácil uso
y versatilidad. Basándose en el grado de complejidad del procedimiento, la
escalera reconstructiva modificada por Rehim y cols.12
posiciona a los sustitutos dérmicos entre los colgajos locales y los colgajos
pediculados a distancia. Se han postulado las características del sustituto
dérmico ideal, que incluyen: resistencia a la infección, ausencia de respuesta
antigénica, perdurabilidad, fácil acceso, estable y con capacidad de cubrir un
amplio espectro de heridas.13 En los últimos años, la evidencia
médica sobre el uso de sustitutos dérmicos en úlceras venosas y pacientes
diabéticos ha aumentado considerablemente.14,15
En ciertas ocasiones, no es posible tratar la exposición
de estructuras profundas (tendones, huesos, nervios, material de osteosíntesis)
con simples injertos de piel.16 Además, no siempre se dispone de la
posibilidad de confeccionar colgajos, ya sea por comorbilidad clínica del
paciente o antecedentes quirúrgicos que lo contraindiquen. Los sustitutos
dérmicos tienen la capacidad de proveer un plano de deslizamiento adecuado en
caso de exposición tendinosa. Sin embargo, la calidad biológica de la
reconstrucción con un sustituto dérmico es inferior a la de los colgajos.
En nuestra serie, hubo tres complicaciones. En dos
pacientes, se decidió recolocar la membrana, ambos casos con resultados
satisfactorios. El tercer paciente tenía un contexto particular, por el cual no
recomendamos realizar un nuevo intento con matriz dérmica. Como bien sabemos la
neovascularización de la membrana biológica se
realiza desde la periferia cuando el lecho es avascular
o hipovascular. En este caso, la vitalidad de los
bordes del defecto de cobertura estaba alterada debido a la radioterapia.
Además, el material de osteosíntesis de esta paciente estaba expuesto y fijado
a un aloinjerto óseo. Todo esto determina que la
indicación de matriz dérmica no sea la adecuada en caso de fracaso en primera
instancia. Creemos que las características particulares del defecto (bordes
sufridos por radioterapia, hueso de banco y osteosíntesis expuesta) son
demasiado desfavorables para insistir con un tratamiento poco invasivo, como la
colocación de un sustituto dérmico. Sin embargo, no podemos afirmar si la
exposición de la osteosíntesis per se
es una contraindicación.
Una de las desventajas de los sustitutos dérmicos es el
alto costo.17 Además, si bien hay reportes de colocación de Integra®
y el posterior injerto de piel en un solo acto quirúrgico, este procedimiento
suele realizarse en dos tiempos y esto implica dos procedimientos, lo que
incrementa aún más los costos.18 Se ha descrito la formación de seromas en el posoperatorio; esto puede controlarse
perforando la membrana y permitiendo así el drenaje de fluido.19 Si
bien la colocación de SACPN no es una indicación obligatoria para el uso de
sustitutos dérmicos, se ha comprobado que aumentan la velocidad de
vascularización de la membrana.20 Los SACPN tienden a acelerar el
proceso de neoformación tisular. En estudios previos,
la tasa de éxito con SACPN fue del 90% en comparación con el uso de membrana
sin SACPN (75%). Además, el uso de SACPN daría mayor estabilidad y contacto
entre la membrana y el lecho. Por otro lado, el SACPN eliminaría el exceso de
secreción exudativa y, por ende, reduce, al mínimo, la eventual proliferación
de bacterias, teniendo en cuenta que los sustitutos dérmicos tienden a ser
colonizados con facilidad.16,21 Sin embargo, el empleo de SACPN
implica un costo extra, porque los recambios se deben realizar en el quirófano,
lo que aumenta el costo del tratamiento. Sin embargo, las curaciones se
efectúan cada siete días cuando se emplea el SACPN y, entre las 24 y 72 h,
cuando no se lo utiliza. Si es posible, recomendamos usar SACPN, teniendo en
cuenta el costo extra y la logística que implica. Aun así, los resultados sin
SACPN siguen siendo satisfactorios. Luego de colocar el injerto de piel, se
vuelve a colocar la terapia de presión negativa para obtener una incorporación
más rápida y completa del injerto.
En coincidencia con la bibliografía, creemos que, a
medida que se amplíen las indicaciones para el uso de sustitutos dérmicos,
crecerá la necesidad de estudios comparativos prospectivos para evaluar los
beneficios de la técnica a largo plazo.12,22,23
La limitación más importante de este estudio es su
característica retrospectiva, sumada a la baja cantidad de pacientes. Sin
embargo, en la bibliografía internacional, no se definen, con exactitud, las
zonas críticas mencionadas en nuestro estudio y las series suelen ser
heterogéneas, incluyen defectos de cobertura sin exposición de estructuras
nobles.
Conclusiones
La combinación del uso de sustitutos dérmicos y la
posterior colocación de injerto de piel representa una variante versátil y
relativamente sencilla para el manejo de los defectos de cobertura. Además,
esta técnica puede indicarse cuando el defecto de cobertura incluya zonas
críticas (exposición tendinosa con ausencia de peritenon,
exposición ósea sin periostio, estructuras neurovasculares
expuestas) y el empleo directo de injerto de piel esté contraindicado. Los
sustitutos dérmicos han de ser considerados una herramienta para la
reconstrucción de defectos de cobertura en las extremidades.
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ORCID de J. Sánchez Saba:
https://orcid.org/0000-0001-5496-3513
ORCID de E. E. Zaidenberg: https://orcid.org/0000-0002-1535-0586
ORCID de I. Rellán: https://orcid.org/0000-0003-4045-339X
ORCID de A. Donndorff: https://orcid.org/0000-0002-6384-4820
ORCID de G. Gallucci: https://orcid.org/0000-0002-0612-320X
ORCID de P. De Carli: https://orcid.org/0000-0002-9474-8129
ORCID de J. G. Boretto: https://orcid.org/0000-0001-7701-3852
Recibido el 14-5-2020. Aceptado luego de la evaluación el 9-9-2020 • Dr. Mariano O. Abrego • mariano.abrego@hospitalitaliano.org.ar • https://orcid.org/0000-0001-9783-7373
Cómo citar este artículo: Abrego MO, Sánchez Saba J, Zaidenberg EE, Rellán I, Donndorff A, Gallucci G, De Carli P, Boretto JG. Uso de la
matriz dérmica acelular para el tratamiento de zonas críticas en defectos de cobertura.
Serie de casos. Rev Asoc Argent Ortop Traumatol
2021;86(2):167-174. https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2021.86.2.1117
Información
del artículo
Identificación: https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2021.86.2.1117
Fecha de
publicación: Abril, 2021
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