INVESTIGACIÓN CLÍNICA
Aloinjerto
fresco de rótula y defectos osteocondrales
Rubén D. Guzmán Benedek, * Gustavo
Álvarez Torres, * Juan Rafael Correa Posada, * Santiago
Gómez Maya, ** Sebastián López González, ** Luz A. Mejía,
* Victoria E. Restrepo Noriega*
*Módulo de Rodilla – Cirugía Artroscópica y de
Preservación Articular, Clínica El Rosario, Medellín, Colombia
**Universidad CES, Medellín, Colombia
Resumen
Introducción: Las lesiones condrales de la
rótula son un reto para el cirujano, principalmente en pacientes jóvenes y
activos. La mayoría de los defectos
condrales de la rótula son lesiones superficiales y pueden ser manejadas con
técnicas de preservación articular; sin embargo, las lesiones profundas pueden
requerir otro tipo de manejo. El objetivo de este artículo es comunicar el
tratamiento de defectos osteocondrales de la rótula en pacientes jóvenes,
mediante la técnica de aloinjerto fresco de donante cadavérico. Materiales y Métodos: Se seleccionaron
pacientes con dolor anterior de rodilla, lesión condral de la rótula grado
III-IV y que habían recibido o no algún tipo de manejo médico o quirúrgico. En
estos pacientes, se usó un aloinjerto fresco de rótula con el fin de solucionar
el cuadro y mejorar la función. Resultados:
Todos los pacientes recuperaron la función y los arcos de movilidad, y no
refirieron dolor. Se comprobó la integración del aloinjerto fresco al área
receptora, sin evidencia de rechazos del tejido o infecciones. Conclusiones: El uso de aloinjerto
fresco de rótula para tratar defectos osteocondrales
amplios es una técnica quirúrgica valiosa, fácil de implementar, que no
requiere una curva de aprendizaje extensa y que mejora considerablemente el
dolor y la función en pacientes jóvenes.
Palabras clave: Rótula; defecto condral; aloinjerto fresco;
preservación articular; viabilidad.
Nivel de Evidencia: IV
Fresh Pattelar Allograft and
Osteochondral Defects
Abstract
Introduction: Chondral lesions of
the patella are a challenge for the surgeon, mainly in young and active
patients. Most patellar chondral
defects are superficial injuries and can be managed with joint preservation
techniques; however, deep injuries may require other types of management. The
objective of this article is to manage osteochondral
defects of the patella in young patients, using the technique of fresh
allograft from a cadaveric donor. Materials
and Methods: Patients with anterior knee pain, with grade III- IV chondral
lesion of the patella and who had or had not undergone some type of medical or
surgical management were included. They received a fresh patellar allograft
that sought to provide a solution and improvement of the functionality. Results: In all cases, recovery of
functionality and mobility, absence of pain and integration of the fresh
allograft into the recipient area were achieved, without evidence of tissue
rejection or infection. Conclusions:
The advent of fresh osteochondral grafts allows
adequate management and evolution of patients, with the aim of favoring joint
preservation and avoiding total knee arthroplasty over time.
Key words: Patella; chondral defect; allograft; fresh;
joint preservation; viability.
Level of Evidence: IV
Introducción
Las lesiones condrales de la
rótula siguen siendo un reto para el cirujano ortopédico, principalmente en pacientes
jóvenes y activos. La mayoría de los defectos condrales
de la rótula son lesiones superficiales que no involucran el hueso subcondral y pueden ser manejadas a partir de técnicas de
preservación articular por vía artroscópica;1,2 sin embargo, las lesiones
profundas pueden requerir de otro tipo de manejo, como el trasplante de aloinjerto osteocondral, el cual
permite resolver los defectos condrales de la rótula,
especialmente en pacientes jóvenes, evitar la artrosis rápidamente progresiva
de la articulación, restablecer la biomecánica articular, procurar la
preservación articular y facilitar posteriormente la rehabilitación temprana.1,3
Aunque las lesiones condrales
superficiales de la rótula son más frecuentes no solo por la biomecánica de las
lesiones, sino también por la superficie que comprometen, no se pueden tomar a
la ligera y se deben tratar lo antes posible mediante técnicas de preservación
articular por vía artroscópica,4 ya que las lesiones profundas
dificultan el manejo y la evolución del paciente, en su gran mayoría, llevan a
lesiones bipolares, es decir, lesiones del compartimento rotulofemoral.1
El objetivo de este artículo es comunicar el tratamiento
de defectos osteocondrales de la rótula en pacientes
jóvenes, mediante la técnica de aloinjerto fresco de
donante cadavérico.
Materiales y Métodos
Se seleccionaron pacientes con dolor anterior de rodilla,
limitación funcional y compromiso de la calidad de vida, que contaban con una
resonancia magnética de rodilla cuyo informe indicaba una lesión condral de la rótula grado III-IV y que habían sido
sometidos o no a algún tipo de manejo médico o quirúrgico para solucionar el
cuadro y mejorar la función.
Se solicitó al Banco de Tejidos de la región aloinjerto fresco de rótula para que, una vez que se
notificara la presencia del injerto y su preservación a 37°C por un período ≤2
días, se procediera a programar la intervención quirúrgica y a realizar la
operación.
Descripción de la técnica
Con el paciente en decúbito supino, se realiza un
abordaje universal de rodilla en la articulación por tratar. Mediante una artrotomía pararrotuliana medial,
se expone toda la rótula buscando preservar la integridad del cartílago y las
estructuras restantes de la rodilla. Después de evertir
y exponer la rótula, se procede a medir la altura rotuliana y la extensión de
la lesión condral, con el fin de confirmar la técnica
quirúrgica que se utilizará y especificar la forma de preparación del tejido
por trasplantar. Luego se reseca la rótula receptora y se prepara el área donde
se fijará finalmente el tejido donado.
Mientras tanto, se reseca el aloinjerto
según las mediciones de la rótula del paciente (altura y tamaño de la lesión) y
se conserva hasta que el área receptora esté lista. Cuando el área receptora
(rótula del paciente) está lista, se trasplanta el bloque de hueso subcondral con cartílago hialino sano del donante y se fija
con tornillos de autocompresión de cabeza ocultable en el sitio receptor del defecto articular,
buscando así una resuperficialización total de la
rótula y la integridad del cartílago donado.
Una vez fijado el tejido donado, se verifica la
biomecánica articular mediante la flexo-extensión de la rodilla, con el fin de
confirmar un adecuado tracking
rotuliano y la ausencia de roce por parte de los tornillos de fijación. A
continuación, se realiza el cierre por planos, asegurando un adecuado cierre
del mecanismo extensor de la rodilla y la ausencia de áreas de posible
dehiscencia en el posoperatorio.
Resultados
Se seleccionó a tres pacientes que cumplían con los
criterios de inclusión antes descritos. Se procedió a tratar la lesión osteocondral de rótula con aloinjerto
fresco. A continuación, se presenta a cada uno de los tres pacientes.
Mujer de 32 años con dolor crónico de origen rotulofemoral en la rodilla izquierda y limitación para
caminar en superficies inclinadas. Las radiografías anteroposterior y lateral
de rodilla, y tangencial de rótula mostraban cambios artrósicos
de la rótula (Figura 1). En enero de 2018, una resonancia magnética de rodilla
reveló una lesión condral de la rótula grado IV. Se
indicó rehabilitación e infiltración con corticoides, pero el dolor no mejoró
(Figura 2). El 13 de febrero de 2018, fue sometida a una cirugía con aloinjerto fresco de rótula (Figura 3). La evolución fue
satisfactoria, sin dolor ni derrame articular, los arcos de movilidad eran de
0° a 100°, no tenía limitaciones para caminar. En la radiografía y la
tomografía computarizada de rótula (septiembre de 2018), se observó la
incorporación del injerto (Figura 4).
Mujer de 55 años, enfermera, con dolor crónico de origen rotulofemoral de la rodilla derecha secundario a una
fractura osteocondral de la rótula luego de un
accidente laboral. En febrero de 2017, fue sometida a dos plugs de OATS (Osteochondral Autograft Transplantation Surgery
[sistema de transferencia de autoinjerto osteocondral])
en la rótula, con evolución estacionaria, a pesar de la rehabilitación y los
arcos de movilidad completos. En septiembre de 2017, se le realizó una viscosuplementación con hialino (Synvisc-One®);
el dolor anterior de rodilla no mejoró, persistía la limitación para caminar en
superficies inclinadas y tenía crepitaciones permanentes. En
octubre de 2017, la artrorresonancia
directa de rodilla mostró una lesión condral grado IV
de la rótula (Figura 5).
Ante estos hallazgos se decide la cirugía con aloinjerto fresco de rótula (8 de marzo de 2018) (Figura
6). La paciente tuvo una evolución satisfactoria, sin dolor, con arcos de
movilidad de 0° a 120°, sin derrame articular, marcha libre, sin limitación de
superficies. En la radiografía (Figura 7) y la tomografía computarizada de
rótula (noviembre de 2018), se observó la incorporación del aloinjerto.
Mujer de 33 años, con dolor crónico de origen rotulofemoral derecho desde 2015, sin mejoría tras la
rehabilitación. En 2011, había sido sometida a una condroplastia
artroscópica bilateral de rodilla, sin mejoría del dolor. En 2015, se le
realizó una viscosuplementación con Dropyal®, tres dosis, pero el cuadro clínico no mejoró. En
octubre de 2018, se realizó una resonancia magnética de rodilla que mostró una
lesión condral grado III-IV de la rótula (Figura 8).
El 13 de junio de 2018 se efectuó un aloinjerto
fresco de rótula (Figura 9). En el posoperatorio, presentaba limitación para la
flexión, por lo que se realizó una liberación artroscópica de adherencias, y se
logró un arco de movilidad de 0° a 125°, sin dolor ni derrame articular, arcos
de movilidad activos de 0° a 100°. En la radiografía (Figura 10) y la
tomografía computarizada de rótula (noviembre de 2018), se observó la
incorporación del injerto.
En las tres pacientes, la técnica mediante un abordaje
universal de rodilla consistió en una artrotomía pararrotuliana medial y la exposición de la rótula, la
medición de la altura y la extensión de la lesión, la resección del área
receptora, la preparación del área donante según las medidas tomadas, y el
trasplante y la fijación de un bloque de hueso subcondral
con cartílago hialino sano (Figuras 11-13).
En el posoperatorio, pese a que la evolución y la
movilidad temprana fueron diferentes en cada caso, se consiguió recuperar la
función y los arcos de movilidad, se logró la integración del aloinjerto al área receptora, sin evidencia de rechazo del
tejido ni de infecciones, y las pacientes no refirieron dolor.
En los últimos años, los principios y las técnicas para
el tratamiento de las lesiones condrales han
evolucionado, y se dispone de una amplia variedad de posibilidades que permiten
la preservación articular, como perforaciones subcondrales,
condroplastia (abrasión superficial), microfracturas, mosaicoplastia e
implantación de condrocitos autólogos.1,2 Sin embargo, la gran
mayoría de estas técnicas se basan en la cicatrización mediante la formación de
fibrocartílago que, desde el punto de vista biológico y biomecánico, es
inferior al cartílago hialino nativo (colágeno tipo II).2
Debido a las limitaciones con las otras técnicas, desde
hace 30 años, se está incrementando la cantidad de pacientes tratados con aloinjertos osteocondrales,2,5 frescos o
congelados, cuyas indicaciones son: pacientes con lesiones grado III-IV, según
la ICRS (International Cartilage Regeneration & Joint Preservation Society) que no han respondido a las otras técnicas de resuperficialización del cartílago; pacientes con grandes
lesiones condrales que pueden estar o no asociadas a
pérdida ósea, y pacientes que no deseen la artroplastia de rodilla.2-4
Por estos motivos, cobra especial importancia la implementación de técnicas que
busquen preservar la articulación, mejorar la biomecánica articular y aliviar
el dolor.
Los resultados clínicos de este procedimiento son
satisfactorios, la probabilidad de éxito supera el 75% y el puntaje en las
escalas funcionales de seguimiento, como IKDC (International Knee Documentation
Committee) y Kujala
(cuestionario específico para evaluar el dolor anterior de rodilla) mejora.2-4,6,7
Aproximadamente el 25% de los pacientes puede llegar a necesitar una revisión o
una artroplastia total de rodilla en un período de 2 a 5 años después del
procedimiento.1,4,8
En el resultado de un aloinjerto
osteocondral, influyen múltiples factores, que pueden
estar relacionados con el paciente, el injerto o la técnica quirúrgica
empleada, ya que se tiene que conservar una adecuada viabilidad de los condrocitos
y las propiedades biomecánicas propias de la matriz extracelular del
cartílago.6,7,9,10 Por esta razón, se prefiere el uso de aloinjertos
frescos (preservados en su gran mayoría a 37°C por períodos no mayores a 3
semanas) sobre los congelados, porque la conservación a temperaturas de 4°C
durante más de 28 días disminuye la viabilidad celular, lo que puede interferir
en la integración posterior del injerto.6,9
El procedimiento consiste en exponer toda la rótula a
partir de un abordaje similar al de una artroplastia total de rodilla (artrotomía pararrotuliana
medial), medir la altura de la rótula y la extensión de la lesión condral, resecar, según las mediciones de la rótula del
paciente (altura y tamaño de la lesión) el aloinjerto,
trasplantar y fijar un bloque de hueso subcondral con
cartílago hialino sano en el sitio donante del defecto articular, buscando una resuperficialización total de la rótula (Figuras 11 y 12).11
El trasplante puede ser unipolar (una superficie trasplantada, en este caso solo
la rótula)12 o bipolar (dos superficies articulares, rótula y
tróclea).1 El trasplante unipolar es más frecuente, tal como lo
exponemos en este estudio, porque, como se sabe, las artroplastias rotulofemorales se indican mucho más para el manejo de los defectos
osteocondrales bipolares (rótula y tróclea).
En la actualidad, se describen dos técnicas principales
para el injerto osteocondral fresco basadas en el
tamaño de la lesión condral: la técnica clavija o press-fit, para
lesiones pequeñas (<5 cm2) y lesiones medianas (5-10 cm2),
y la de bloque óseo, para lesiones grandes (>10 cm2) o que
comprometen más del 75% de la superficie articular.4,5,13-15 Esta
última técnica fue la que se empleó en nuestras pacientes, pues tenían lesiones
osteocondrales que comprometían más del 75% de la
superficie articular. Por ello, es necesario conocer el tamaño y localización
de la lesión condral, porque de ello dependerán la
planificación quirúrgica y el método de fijación del injerto a partir de
anclajes o tornillos de autocompresión de cabeza ocultable (Figura 13).
Teniendo en cuenta esto, el uso de aloinjerto
fresco de rótula para tratar defectos osteocondrales
que comprometen más del 75% de la superficie articular, es una técnica
quirúrgica muy valiosa, fácil de implementar, que no requiere una curva de
aprendizaje extensa y que mejora considerablemente el dolor y la función en
pacientes jóvenes con una función mejor y una esperanza de vida mucho más
prolongada que la de pacientes que cuya única alternativa es la artroplastia
total de rodilla.
Conclusiones
Aunque el manejo de grandes defectos de la rótula se
convierte en un reto para el ortopedista, el advenimiento de los injertos osteocondrales frescos permite un manejo y una evolución
adecuados de los pacientes, con el objetivo de favorecer la preservación
articular y evitar la artroplastia total de rodilla con el tiempo. Por tanto,
el trasplante de aloinjerto fresco de rótula es una
técnica quirúrgica útil para defectos osteocondrales
de rótula en pacientes jóvenes.
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2014:131-41.
ORCID de R. D. Guzmán Benedek: https://orcid.org/0000-0002-1231-1338
ORCID de G. Álvarez Torres: https://orcid.org/0000-0003-0193-3454
ORCID de J. R. Correa Posada: https://orcid.org/0000-0002-0087-933X
ORCID de S. Gómez Maya: https://orcid.org/0000-0001-6067-4611
ORCID de S. López González: https://orcid.org/0000-0002-2662-2866
ORCID de L. A. Mejía: https://orcid.org/0000-0001-8201-0322
Recibido el 3-4-2020. Aceptado luego de la evaluación el 5-1-2021 • Dra. Victoria E. Restrepo Noriega • vickyrestrepo025@hotmail.com • https://orcid.org/0000-0001-8703-7882
Cómo citar este artículo: Guzmán Benedek RD, Álvarez Torres G, Correa Posada JR, Gómez Maya
S, López González S, Mejía LA, Restrepo Noriega VE. Aloinjerto
fresco de rótula y defectos osteocondrales. Rev Asoc Argent Ortop Traumatol 2021;86(2):207-218. https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2021.86.2.1088
Información
del artículo
Identificación: https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2021.86.2.1088
Fecha de
publicación: Abril, 2021
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