OBITUARIO
Dr. José María Rotella
(1925-2019)
https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2020.85.2.1085
El día 13 de marzo de 2020 murió, en la ciudad de Tucumán, José María
Rotella, sorprendiéndonos la noticia de manera muy particular, dejando en
nosotros un vacío existencial inexplicable. Su partida deja huérfana a la comunidad
científica de uno de los más destacados ortopedistas del país.
Mencionar los logros médicos y académicos de José es una redundancia, ya que los tuvo todos, pero en esta
oportunidad, me parece importante destacarlos para resaltar la talla intelectual de nuestro amigo.
Estudió Medicina en la UNT donde se graduó en el año 1975. Al poco tiempo, decidió irse a Buenos Aires para
hacer su educación de posgrado en Ortopedia y Traumatología. Ingresó en el Instituto Nacional de Rehabilitación,
cuyo jefe era el Dr. Eduardo A. Zancolli, comenzando a partir de entonces una formación integral y un contacto
personal, del cual surgirá una amistad que duraría hasta el final de sus días.
En el año 1981, junto con Eduardo Rafael Zancolli, su compañero y amigo, viaja a Estados Unidos para continuar
sus estudios en el Instituto Du Pont en Wilmington, Delaware y en el Hospital for Special Surgery de Nueva
York. De regreso de este viaje, vuelve a la provincia de Tucumán para establecerse definitivamente en ella.
Fue miembro fundador del Sanatorio Norte de la ciudad de Tucumán, donde ejerció su actividad profesional
y formó a más de veinte promociones de residentes. El día de su fallecimiento fue despedido por una enorme cantidad
de colegas y personal del establecimiento, quienes lo despidieron con un cálido y emotivo aplauso.
Recibió numerosas distinciones académicas y premios a su labor científica durante toda su carrera, entre ellos,
el Premio de la Academia Nacional de Medicina, en 1985, por su trabajo: “Microcirugía del miembro superior”
en colaboración con otros autores.
Ha publicado gran cantidad de capítulos en textos de la especialidad y varios libros, entre ellos y recientemente,
uno dedicado a la evolución del miembro superior (“Evolución de la especie humana. El éxodo del tacto: cuando
la sensibilidad migró del hocico a la mano”), obra absolutamente original y que será referencia obligada de quienes
deseen leer o estudiar sobre el tema.
En el ámbito de la Cirugía de la Mano y Reconstructiva del Miembro Superior, se destacó siempre por su
actividad científica. Con su pensamiento singular, desarrolló técnicas y procedimientos quirúrgicos de amplia
difusión nacional e internacional. Su dedicación a las ciencias básicas fue fundamental en su formación general y
fue puesta de manifiesto en sus excelentes presentaciones y publicaciones sobre el tema. Fue presidente de la Asociación
Argentina de Cirugía de la Mano y de la Federación Sudamericana de Cirugía de la Mano, sitio que ejerció
con total dedicación e idoneidad, recibiendo el merecido respeto y admiración de sus colegas latinoamericanos.
Fue un docente de alma, no solo en los claustros de la Universidad de Tucumán, donde fue Profesor Titular de
Ortopedia a muy temprana edad, sino también en cada reunión informal, curso o congreso en que participaba.
¡¡Era siempre expositor de salones llenos!!
Como Presidente de la Asociación Argentina de Ortopedia y Traumatología tuve el enorme privilegio de
acompañarlo como Secretario General y compartir grandes responsabilidades. Se destacó por su sencillez y su
cordialidad, que le valieron no solo el respeto, sino además la estima y el afecto de quienes compartieron ese año
con él.
Una de las mayores distinciones académicas que recibió José fue el nombramiento como Miembro de la Academia Nacional de Ciencias en el año 2014, cuyo sitial ocupó hasta su muerte.
En octubre del año 2016, recibió, en el Congreso de la Nación, la Mención de Honor “Domingo Faustino Sarmiento” por su trayectoria médico-científica. La senadora Silvia Elías de Pérez quien promovió tal distinción,
destacó, en esa oportunidad: “A través de estos prohombres estamos recuperando el orgullo de ser tucumanos…”.
Merecida retribución a toda una vida dedicada con alegre pasión a ejercer su profesión.
Con todo, tan justificados reconocimientos y tantas pruebas de competencia no bastan para agotar ni definir
suficientemente el perfil de lo que yo llamaría, representando a muchísimos colegas y amigos, “nuestro Rotella”.
José era una buena persona, un buen tipo, buen colega, buen docente, buen maestro, buen padre, buen marido y
buen amigo. Fue el amigo que todos hubieran querido tener.
Compartí toda una vida médica y la otra, la verdadera vida, con él. Congresos, viajes, eventos familiares y hasta
tuvimos la suerte de poder incorporar a nuestras mujeres en este devenir de la vida.
Amante de la naturaleza y de su “pago chico”, al que mostraba siempre en sus presentaciones, lo disfrutaba
cotidianamente en sus paseos en bicicleta o caminando. Era el momento en el que pensaba y reflexionaba sobre la
inmensa cantidad de proyectos que tenía para él y su familia. Lo llamaba “mi oficina”. Recientemente había finalizado
un libro sobre el Patrimonio Cultural de los Valles Calchaquíes, tema que amaba y dominaba ampliamente.
También sobresalió por su sentido del humor, que aun en los momentos en que debió atravesar serios problemas
de salud, lo ayudó a sobrellevar con notable fortaleza.
Quedan para continuar sus ideales de vida, sus pensamientos y proyectos familiares, Lily su amada mujer de toda
la vida y sus hijos Pilar, José María, Constanza y Luis María a quienes tanto quiso y cuidó.
¡¡¡Que en paz descanses, querido amigo!!!
Mario Rodriguez Sammartino
Dr. Mario Rodriguez Sammartino • mariors@infovia.com.ar https://orcid.org/0000-0002-0948-6110