INVESTIGACIÓN CLÍNICA
Estudio
prospectivo de cirugía de hallux valgus
con técnicas de Bösch y MICA. Análisis radiográfico
comparativo a mediano plazo
Juan Manuel Yañez Arauz, Nicolás Raimondi, Andrés
Eksarho, Diego Lauritto,
Claudio Tomé, Bruno Terrarossa, Juan Martín Yañez Arauz
Sección de Pierna, Tobillo y Pie, Servicio de Ortopedia y
Traumatología, Hospital Universitario Austral, Buenos Aires, Argentina
Resumen
Introducción: Existen múltiples tratamientos
quirúrgicos del hallux valgus.
El propósito de este estudio fue comparar los resultados radiográficos de
corrección angular y su mantenimiento a mediano plazo, entre dos técnicas
percutáneas: MICA y Bösch. Materiales y Métodos: Análisis prospectivo comparativo de pacientes
sometidos a cirugía de hallux valgus
mediante dos técnicas percutáneas
(grupo Bösch: 42 pies, grupo MICA: 36 pies). Se
compararon las correcciones de los ángulos IM, MTF y AMD, y el poder de
corrección de ambas osteotomías y su mantenimiento a mediano plazo. Se
registraron las complicaciones posoperatorias. Seguimiento mínimo: 6 meses. Resultados: La corrección promedio de
los ángulos IM, MTF y AMD fue: 20,22°; 7,74°; 8,26° a los 6 meses en el grupo Bösch; y de 15,8°; 1,6° y 1,98° en el grupo MICA. El
potencial de corrección IM fue mayor en el grupo Bösch.
No hubo diferencias significativas entre ambos grupos en cuanto a la pérdida de
corrección entre las 6 semanas y los 6 meses, salvo el ángulo MTF en el grupo
MICA. La corrección del ángulo AMD fue mejor en el tiempo con la técnica MICA.
Hubo 4 complicaciones con la técnica MICA y 8 con la técnica de Bösch. Conclusiones:
Ambas técnicas logran una corrección adecuada del hallux
valgus moderado. Sin embargo, el poder de corrección
del ángulo IM a mediano plazo fue mayor con la técnica de Bösch.
En el otro grupo, aunque se perdió la corrección del ángulo MTF entre las 6
semanas y los 6 meses, los valores se mantuvieron dentro de los 20° de valgo
MTF.
Palabras clave: Cirugía mínimamente invasiva; hallux valgus; osteotomía de Bösch; cirugía MICA; cirugía percutánea.
Nivel de Evidencia: II
Bösch vs MICA Techniques in Hallux Valgus Surgery.
Medium-Term Prospective Comparative Radiographic Analysis
Abstract
Introduction: Multiple surgical
treatments for the hallux valgus have been described. The purpose of this study
is to compare the radiological
results for the angular correction and its stability on the medium-term between
two percutaneous techniques (MICA versus BOSCH technique). Materials and Methods: Prospective comparative analysis of surgically
treated patients with hallux valgus by two percutaneous techniques (BOSCH
group: 42 feet; MICA group: 36 feet) in homogenous groups. Intermetatarsal,
metatarsophalangeal and distal metatarsal articular angle corrections were
compared, as well as the correction power of both osteotomies and its stability
in the middle term. Postoperative complications were recorded. Minimum
follow-up: 6 months. Results:
Average angle correction of MTP, IM y DMAA 6 months after surgery in Bosch
group: 20,22°; 7,74°; 8,26°; MICA: 15,8°; 1,6° and 1,98° respectively. BOSCH
group had a higher IM correction power. There were no significant statistical
differences between both groups in the loss of correction by 6 weeks to 6
months; except for the MTP angle in the MICA group. MICA presented a better
correction of the DMAA in time. Postoperatively, MICA group had 4
complications, while BOSCH 8. Conclusions:
We obtained good results with both techniques in the treatment of moderate
hallux valgus. However, patients undergoing the Bosch technique had greater
correction on the intermetatarsal angle in the
medium-term follow-up. Although the MTP angle correction decreased between 6
weeks and 6 months in MICA technique, the values remained within normal 20° of
valgus MTP.
Key words: Minimally invasive surgery; Bosch osteotomy;
MICA technique; percutaneous surgery.
Level of Evidence: II
Introducción
El hallux valgus,
término introducido por Carl Hueter para definir la
subluxación de la primara articulación metatarsofalángica
(MTF), se caracteriza por un metatarso primo varo y una desviación lateral del
primer dedo del pie. Actualmente se sabe que puede haber hallux
valgus sin una subluxación de la articulación en
cuestión.1 Tiene una etiología multifactorial.2 Es mucho
más frecuente en mujeres.3,4 El motivo que moviliza a la consulta
suele ser el dolor, pero, con mucha frecuencia, las inquietudes estéticas o la
incomodidad con ciertos calzados.
En el adulto, la corrección es de índole quirúrgica. Se
han obtenido buenos resultados con las osteotomías distales del primer
metatarsiano para hallux valgus
de leves a moderados, con ángulos intermetatarsianos
(IM) y MTF que no exceden los 15° y 30°, respectivamente.5 La
osteotomía distal en Chevron popularizada por Austin
y Leventen,6 hoy se acepta como una excelente alternativa para
tratar el hallux valgus
leve o moderado, se obtienen buenos resultados clínico-sintomáticos y en la
corrección angular radiográfica.7
La cirugía percutánea o mínimamente invasiva se ha vuelto
cada vez más popular, por lo que los resultados de la cirugía de antepié son comparables a los de los procedimientos a cielo
abierto. Se basa en las ventajas de un menor tiempo quirúrgico, menos trauma
quirúrgico y una recuperación más rápida.8 En tal dirección, es que,
en 1990, Bösch9 publica una técnica percutánea para el hallux valgus. Consiste en una
osteotomía subcapital perpendicular a la diáfisis del
primer metatarsiano, con el objetivo de lograr un desplazamiento lateral
cefálico del 75% o más del total del diámetro de la diáfisis del metatarsiano,
logrando que la cortical medial del fragmento osteotomizado
distal quede en contacto con la cortical lateral del fragmento proximal.10
En 2015, aprovechando las bondades de la osteotomía en Chevron, Redfern y Vernois publicaron una técnica percutánea que denominaron Minimally Invasive Chevron Akin (MICA),11,12
donde informan los beneficios de combinar una osteotomía distal metatarsiana en
Chevron percutánea asociada a osteosíntesis más una
osteotomía de falange proximal tipo Akin percutánea.
Pese a que se han descrito las técnicas percutáneas, dado
el tiempo publicado de seguimiento y los niveles de evidencia (III y IV), aún
siguen siendo un tema de debate y controversia.13
En el caso de la osteotomía de Bösch
y la técnica MICA, no existe un estudio que compare los resultados de ambas,
sus beneficios y sus complicaciones. Tratándose de dos técnicas percutáneas,
consideramos importante poder evaluar sus ventajas y desventajas, y sus
resultados radiográficos en cuanto a corrección angular de la deformidad de hallux valgus.
El objetivo primario de este estudio fue analizar
comparativamente los resultados radiográficos de la corrección de los ángulos
IM, MTF y articular distal metatarsiano (ADM), así como su mantenimiento a
mediano plazo, entre dos técnicas mínimamente invasivas para tratar el hallux valgus (la técnica MICA y
la técnica de Bösch).
El objetivo secundario fue evaluar el logro de ángulos
normales después de la cirugía con ambas técnicas, y sus complicaciones.
Materiales y Métodos
Se trata de un estudio sistemático prospectivo de
cohortes, con homogeneidad. Se realizó un análisis prospectivo y comparativo de
pacientes operados por deformidad de hallux valgus sintomático, y se los controló en el tiempo. Se
formaron dos grupos de pacientes de similares características en cuanto a tipo
y grado de deformidad del primer rayo, su actividad funcional, así como el
rango etario y el sexo. Un grupo fue tratado con la técnica percutánea de Bösch mediante estabilización con un tornillo y un clavo de
Kirschner; y el otro grupo, mediante la técnica
percutánea MICA. Todos fueron operados entre abril de 2017 y febrero de 2019.
El tiempo mínimo para evaluar la corrección final
radiográfica se definió como 6 meses después de la cirugía, asumiendo que las
osteotomías y las partes blandas están completamente cicatrizadas, por lo que
los ángulos encontrados a partir de esa fecha podrían considerarse definitivos.
Por tal motivo, a los fines del objetivo de este estudio, el seguimiento mínimo
fue de 6 meses, con un máximo de 20 meses.
La gravedad de la deformidad se definió según lo descrito
por Coughlin,14 de acuerdo con el valor del ángulo
MTF en el preoperatorio: deformidad leve (16-20°),
deformidad moderada (21-39°) y deformidad severa (≥40°).
Todos tenían deformidad moderada de hallux
valgus.
La recurrencia de la
deformidad se definió como la presencia de un ángulo MTF >20° en el
posoperatorio.15
Muestra poblacional
Se evaluaron 78 pies en 69 pacientes, nueve tenían
patología quirúrgica bilateral. Se conformaron dos grupos de cohortes según la
técnica quirúrgica realizada (Tabla 1):
Grupo 1 (Bösch): 42 pies de 37
pacientes. El 90,4% eran mujeres. La técnica quirúrgica fue una osteotomía
percutánea de Bösch estabilizada con osteosíntesis
mediante un tornillo canulado doble rosca, además de
un alambre de Kirschner endomedular.
En todos los casos, se liberó el tendón conjunto.
Grupo 2 (MICA): 36 pies de 32 pacientes. El 86% eran mujeres.
La técnica quirúrgica fue una osteotomía distal en Chevron
percutánea del primer metatarsiano con deslizamiento lateral, asociada a
estabilización con dos tornillos canulados doble
rosca y a una osteotomía de Akin falángica
percutánea.
Todas las cirugías se realizaron en la misma institución
y estuvieron a cargo de tres especialistas en cirugía de pierna, tobillo y pie.
Los criterios de inclusión fueron: 1) hallux
valgus sintomático moderado y 2) edad >18 años.
Los criterios de exclusión fueron: 1) cirugías previas de hallux
valgus, 2) artritis reumatoide u otras artritis
destructivas, 3) deformidades graves, 4) inestabilidad cuneo-metatarsiana
evidenciable clínicamente, 5) enfermedades neuromusculares, 6) falta de
seguimiento.
Análisis radiográfico
Se analizaron las radiografías en dos incidencias: de
frente y de perfil estricto, ambas con carga del peso corporal. Las
radiografías se tomaron antes de la cirugía, a las 6 semanas y a los 6 meses de
la intervención. Con dichos datos, se comparó la corrección angular lograda en
el posoperatorio cercano y a los 6 meses de la intervención, considerando este
último tiempo, como tiempo suficiente de consolidación y maduración de las
osteotomías y los tejidos blandos. Las alteraciones angulares posteriores a los
6 meses se consideraron secundarias a otras causas y no a la técnica quirúrgica
en sí (p. ej., inestabilidad inadvertida cuneo-metatarsiana).
Las mediciones radiográficas después de la cirugía
estuvieron a cargo de cirujanos que no habían operado al paciente (Figuras 1 y
2). De esta manera, se evaluó la pérdida o no de la corrección en ambas
técnicas quirúrgicas. Todas las imágenes fueron digitales, con un programa
computarizado (MB Rouler® versión 4.0), se calcularon
los siguientes parámetros: a) el ángulo MTF, b) el ángulo IM usando la técnica
de medición de Miller16 y c) el ángulo AMD, según la técnica mencionada por Deenik y cols.17
En el estudio estadístico, se analizaron ambos grupos, el
porcentaje de corrección angular, el objetivo de lograr ángulos dentro de los
valores normales, y corroborar la pérdida o no de la corrección a los 6 meses.
En cada grupo, se registró el promedio en grados de
medición de ángulos, en las radiografías de frente y de perfil con carga, antes
de la cirugía, a las 6 semanas y a los 6 meses de la operación. Se calcularon
las medias y las desviaciones estándar de las muestras.
Para el análisis de las diferencias en la distribución de
una variable en ambos grupos, se utilizó la prueba t para muestras emparejadas.
Se consideró estadísticamente significativo un valor p <0,05.
Mediante el test de Mann-Whitney se compararon las
mediciones radiográficas en ambos grupos de estudio (comparación entre
técnicas).
La evolución de las mediciones en el tiempo
(mantenimiento de la corrección lograda) en cada grupo se comparó con el test
de Student para varianzas semejantes.
Por último, se determinó si existían diferencias en la
evolución de acuerdo con el grupo (técnica de Bösch
vs. MICA), mediante el test t de Student.
Como se realizaron dos técnicas para tratar un mismo
cuadro, en poblaciones de características similares y homogéneas, se buscó
reducir, al mínimo, las influencias de variables no controladas.
Técnicas quirúrgicas
Resumen de la técnica de
Bösch18 (modificada)
Paciente en decúbito dorsal. Liberación del tendón
conjunto con técnica percutánea desde el primer espacio dorsal. Incisión paraungueal medial del primer dedo y avance de un alambre
de Kirschner de 2,0 mm de diámetro hasta la metáfisis distal del primer metatarsiano. Portal metafisario distal medial del primer metatarsiano por donde
se realiza una osteotomía transversal con fresa de corte tipo Shannon larga.
Bajo control con intensificador de imágenes, se realiza la corrección angular
metatarsiana (desplazamiento lateral) y se avanza el alambre de Kirschner endomedular hasta
anclarlo en la base del mismo hueso. Estabilización percutánea con un tornillo canulado doble rosca de 3 mm, y síntesis de piel (Figura
3).
Resumen de la técnica MICA
Asocia una osteotomía en Chevron
percutánea a través de un portal medial distal metatarsiano con una fresa
Shannon larga y de forma extrarticular; y una
osteotomía percutánea de Akin con fresa Shannon
corta. El corte metatarsiano debe ser orientado inicialmente con un ángulo
plantar de 10°, y luego realizar las dos ramas (plantar y dorsal). Se
estabiliza la osteotomía metatarsiana luego del deslizamiento lateral de la
cabeza, con dos tornillos canulados doble rosca
largos paralelos, desde la metáfisis proximal del
metatarsiano hacia la cabeza del mismo hueso (Figura 4); y eventualmente la Akin con un tornillo canulado.
Resultados
La edad promedio general era de 48.9 años. En el grupo 1,
era de 51.2 años (rango 23-77) y, en el grupo 2, de 46.6 años (rango 18-75).
Nueve pacientes eran hombres y 69, mujeres. Se trató a 40 pies izquierdos y 38
derechos.
En el grupo 1 (Bösch), 38 de
los 42 pies correspondían a mujeres y cuatro, a hombres. Diecinueve pies eran
izquierdos y 23 pies, derechos. Todos los pacientes presentaron hallux valgus moderados, cinco
eran bilaterales.
En el grupo 2 (MICA), cinco de los 36 pies correspondían
a hombres y los 31 restantes, a mujeres. En cuatro casos, la patología era
bilateral. Todos los pies tenían hallux valgus moderado. Veintiún pies eran izquierdos y 15,
derechos.
Grupo 1 (Bösch):
análisis de mediciones radiográficas
1)
El promedio de corrección para los ángulos MTF, IM y AMD
fue de 20,79°; 8,14°; y 8,65° a las 6 semanas; y 20,22°; 7,74° y 8,26° a los 6
meses, respectivamente.
2)
Las diferencias entre el ángulo IM preoperatorio y a las
6 semanas de la cirugía, y entre el preoperatorio y a los 6 meses de la cirugía
fueron estadísticamente significativas (ambas p <0,005). La relación entre
el ángulo IM a las 6 semanas y a los 6 meses de la cirugía no fue estadísticamente
significativa (p = 0,033). Esto muestra que no hubo pérdida de corrección
significativa entre las 6 semanas y los 6 meses del posoperatorio.
3)
Las diferencias entre el ángulo MTF preoperatorio y a las
6 semanas de la cirugía; y entre el preoperatorio y a los 6 meses de la cirugía
fueron estadísticamente significativas (ambas p <0,005). La relación entre
el ángulo IM a las 6 semanas y a los 6 meses de la intervención no fue
estadísticamente significativa (p = 0,34). Esto muestra que no hubo pérdida de
corrección significativa entre las 6 semanas y los 6 meses posoperatorios.
4)
En cuanto a la corrección del AMD, la relación entre el
preoperatorio y a las 6 semanas y a los 6 meses de la cirugía fue significativa
en ambas mediciones (p <0,005). La pérdida de corrección entre las 6 semanas
y los 6 meses posoperatorios no fue significativa (p = 0,50).
Grupo 2
(MICA): análisis de mediciones radiográficas
1)
El promedio de corrección para los ángulos MTF, IM y AMD
fue de 16,83°; 1,8° y 2,06° a las 6 semanas; y de 15,8°; 1,6° y 1,98° a los 6
meses, respectivamente.
2)
La diferencia entre el ángulo IM preoperatorio y a las 6
semanas de la cirugía fue estadísticamente significativa (p <0,005), al
igual que entre el preoperatorio y a los 6 meses de la cirugía (p <0,005).
La relación entre la corrección IM lograda a las 6 semanas y los 6 meses no fue
estadísticamente significativa (p = 0,324). Esto muestra que no hubo pérdida de corrección significativa.
3)
Las diferencias entre el ángulo MTF preoperatorio y a las
6 semanas de la cirugía, así como entre el preoperatorio y a los 6 meses de la
cirugía fueron estadísticamente significativas (ambas p <0,005). La relación
de corrección del ángulo MTF entre la semana 6 y el mes 6 posoperatorios fue
estadísticamente significativa (p = 0,010), lo que habla de una pérdida de
corrección MTF con la técnica MICA.
4)
En cuanto a la corrección del AMD, la relación entre el
preoperatorio y a las 6 semanas y los 6 meses posoperatorios fue significativa
en ambas mediciones (p <0,005). La pérdida de corrección entre las 6 semanas
y los 6 meses de la cirugía no fue significativa (p = 0,57). No hubo pérdida de corrección.
Relación entre ambos grupos
Mediciones preoperatorias (Tabla 2)
A excepción del ángulo AMD preoperatorio de ambos grupos
(que tuvo una diferencia significativa, p <0,005), el resto de los ángulos
medidos no presentaron diferencias significativas en ambos grupos.
Medición a las 6 semanas de la
cirugía, en ambos grupos
1.
El porcentaje promedio de corrección angular del ángulo
IM fue del 61% en los pacientes tratados con la técnica de Bösch
y del 16% con la técnica MICA (p <0,005).
2.
El ángulo MTF tuvo un porcentaje de corrección del 65%
con la técnica de Bösch y del 59,4% con la otra
técnica (p >0,05).
3.
El AMD tuvo un porcentaje de corrección del 49% con la
técnica de Bösch y del 33% con la técnica MICA (p
<0,05) cuando se compararon ambas técnicas estadísticamente. Cabe considerar
que, en el grupo con MICA, se logró el 100% de ángulos normales en los
pacientes evaluados, si bien se partió de menores valores angulares
comparativamente.
Medición a los 6 meses de la
cirugía y pérdida de corrección angular Grupo Bösch
(Tabla 3)
a)
La pérdida promedio de corrección del ángulo IM fue de
0,3° entre las 6 semanas y los 6 meses (p = 0,56).
b)
La pérdida promedio de corrección del ángulo MTF fue de
0,57° entre las 6 semanas y los 6 meses (p = 0,34).
c)
La pérdida promedio de corrección del ángulo AMD fue de
0,38° entre las 6 semanas y los 6 meses (p = 0,50).
d)
En cuanto a la corrección final a ángulos normales:
(Figuras 5-7)
-
El 95,3% de los casos presentaron ángulos IM normales a
los 6 meses de la cirugía. Solo dos tenían un ángulo de 11° y uno de 12° (4,7%
restante).
-
El 92,85% de los casos presentaron ángulos MTF normales a
los 6 meses de la cirugía. El 7,14%
restante (3 casos) tenía ángulos MTF de recidiva.
-
El 33,33% de los casos presentaron ángulos AMD anormales
a los 6 meses de la cirugía.
Grupo MICA (Tabla 4)
a)
La pérdida promedio de corrección del ángulo IM fue de
0,17° entre las 6 semanas y los 6 meses (p = 0,32; no significativo).
b)
La pérdida promedio de corrección del ángulo MTF fue de
1° entre las 6 semanas y los 6 meses (p = 0,01; significativo).
c)
La pérdida promedio de corrección del ángulo AMD fue de
0,08° entre las 6 semanas y los 6 meses (p = 0,57).
d)
En cuanto a la corrección final a ángulos normales:
(Figuras 8-10)
-
El 77,8% presentó ángulos IM normales a los 6 meses de la
cirugía. Ocho tenían ángulos de entre 11° y 15° (22,2% restante).
-
Todos tenían ángulos MTF normales a los 6 meses de la
cirugía.
-
Todos tenían ángulos AMD normales a los 6 meses de la
cirugía.
No se registraron complicaciones durante la cirugía, en
ninguno de los dos grupos. Se produjeron ocho complicaciones posoperatorias en
el grupo 1 (Bösch) y cuatro con la técnica en Chevron (Figura 11). Sin embargo, la incidencia de
complicaciones entre las dos técnicas fue similar (ji al cuadrado, p = 0,41).
En el grupo 1 (Bösch), hubo cinco casos de celulitis
en el ingreso del alambre de Kirschner, una rotura
del implante, una neuritis y una osteomielitis. En el grupo 2 (MICA), hubo dos
casos de metatarsalgia por transferencia, un caso de
migración del material de osteosíntesis que requirió el retiro y uno de
recidiva del hallux valgus.
Discusión
La cirugía mínimamente invasiva aplicada al pie se fue
popularizando a partir de la década de 1980. En los últimos 20 años, cada vez
más cirujanos la realizan.
Portaluri19 y Magnan
y cols.20 publican una serie de 118 pies tratada con la técnica de Bösch sin tornillo y con un seguimiento promedio de 35.9
meses, y mencionan que los resultados clínicos son comparables a los obtenidos
mediante la cirugía abierta convencional.
Giannini y cols.21 llevaron
a cabo un estudio aleatorizado que comparó los resultados clínico-radiográficos
de 40 pacientes tratados por hallux valgus bilateral. En un pie, hicieron una osteotomía en “scarf” y, en el otro, una cirugía de Bösch
percutánea sin tornillo. No hallaron diferencias estadísticamente
significativas en las mediciones angulares posoperatorias. Sin embargo, la
cirugía percutánea arrojó tiempos quirúrgicos menores, fue más simple y menos
agresiva. En el presente estudio, ambas cirugías son percutáneas y lograron
correcciones radiográficas aceptables de los ángulos medidos (con significancia
estadística). No obstante, la osteotomía de Bösch
demostró tener un mayor poder de corrección que la técnica MICA en lo que
respecta al ángulo IM (61% vs. 16%, respectivamente).
Brogan22 compara la osteotomía de tipo Chevron percutánea y la convencional. Los puntajes clínicos
y radiográficos posoperatorios de todos los ángulos mejoraron sustancialmente
en ambos grupos (p <0,001), pero no hubo diferencias estadísticamente
significativas en la mejoría angular entre el grupo abierto y el grupo con
cirugía mínimamente invasiva (p >0,05). En nuestro estudio, las correcciones
logradas mediante la técnica MICA (que incluye Chevron
percutánea) fueron estadísticamente significativas (con el 100% de los valores
angulares AMD y MTF normales, y un 77,8% del ángulo IM).
Si bien Vernois y Redfern23
refieren que la técnica MICA puede ser usada en ángulos severos, desplazando
más del 80% de la cabeza hacia lateral, creemos que dicho desplazamiento
exagerado podría ser riesgoso o generar acortamientos o desplazamientos inaceptables
al primer espacio. Por ello, no hemos realizado esta técnica en ángulos IM
>18°. Los autores también mencionan que el hecho de ser extrarticular
y no requerir un clavo de Kirschner intramedular,
permite una rehabilitación rápida de la función. En nuestro estudio, no se
evaluó la funcionalidad, sino las correcciones radiográficas.
En los estudios, no se mencionan los costos de los
implantes, que por lógica, son más altos en la técnica MICA que en la técnica
de Bösch (ya que insume el doble o triple de
osteosíntesis, 2 o 3 tornillos).
No hemos encontrado publicaciones que comparen la
osteotomía de Bösch, con la cirugía MICA. Del estudio
presentado, se infiere que ambas técnicas obtuvieron buenos resultados
radiográficos en cuanto a corrección de la deformidad. Sin embargo, la técnica
de Bösch en nuestras manos presentó un mayor poder de
corrección del ángulo IM y menor poder de corrección del ángulo AMD (solo
corrigió un 33,3% de los casos a valores normales).
Iannó y cols.24 publican una serie de casos
de cirugía percutánea de Bösch sin osteosíntesis, y
advierten sobre la alta incidencia de complicaciones, entre ellas, cuatro casos
de consolidación viciosa, osteonecrosis y 16 casos de
recidivas. En nuestro estudio, con un número apreciable estadístico, no hubo
recidivas, osteonecrosis, ni hallux
varus.
Las fortalezas de nuestro estudio son: un análisis
estadístico exhaustivo, un seguimiento prospectivo de ambos grupos y la
presentación de una comparación inédita en la literatura.
Como debilidades se mencionan el número de casos
presentados y la falta de seguimiento a largo plazo. Tampoco se realizó la
medición en las radiografías de perfil en el posoperatorio, que hubieran
evaluado el ascenso o descenso cefálico metatarsiano. Asimismo, creemos que la
curva de aprendizaje con la técnica MICA puede ser un factor de debilidad en
los resultados obtenidos. La falta de evaluación clínica no se menciona como
debilidad, ya que no era un objetivo propuesto del estudio.
Conclusiones
Se desprende de este estudio que tanto la cirugía de Bösch estabilizada con tornillo, como la cirugía MICA
obtienen una adecuada corrección en los hallux valgus moderados. El poder de corrección del ángulo IM a
mediano plazo fue mayor en los pacientes tratados con cirugía percutánea de Bösch y la corrección y el mantenimiento en el tiempo del
ángulo AMD fueron mayores en los pacientes operados con la técnica MICA.
En la evolución, ambas técnicas se comportaron de forma
similar respecto a la pérdida de corrección y las complicaciones posoperatorias.
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ORCID de N. Raimondi: https://orcid.org/0000-0002-2561-8590
ORCID de A. Eksarho: https://orcid.org/0000-0002-1115-5759
ORCID de D. Lauritto: https://orcid.org/0000-0003-2277-8369
ORCID de C. Tomé: https://orcid.org/0000-0003-2790-0183
ORCID de B. Terrarossa: https://orcid.org/0000-0003-1082-6618
ORCID de J. M. Yañez Arauz: https://orcid.org/0000-0003-3321-3726
Recibido el 24-3-2020. Aceptado luego de la evaluación el
16-6-2020 • Dr. J. M. Yañez Arauz • juanyanezarauz@gmail.com
https://orcid.org/0000-0001-5739-3130
Cómo citar este artículo: Yañez Arauz JM, Raimondi N, Eksarho A, Lauritto D, Tomé C, Terrarossa B, Yañez Arauz JM.
Estudio prospectivo de cirugía de hallux valgus con técnicas de Bösch y
MICA. Análisis radiográfico comparativo a mediano plazo. Rev Asoc
Argent Ortop Traumatol 2021;86(1):5-16. https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2021.86.1.1084
Información
del artículo
Identificación: https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2021.86.1.1296
Fecha de
publicación: Febrero, 2021
Conflicto
de intereses: Los
autores no declaran conflictos de intereses.
Copyright: © 2021,
Revista de la Asociación Argentina de Ortopedia y Traumatología.
Licencia: Este artículo
está bajo una Licencia Creative Commons
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